El liderazgo es una de esas soft skills que, aunque tiene mucho de personalidad y de cualidades naturales, puede también entrenarse. Más aún cuando lo aplicamos al desarrollo de un plan de proyecto, para cuya ejecución se necesitan grandes dosis de organización y de estructura. Si te estás dedicando a la gestión de proyectos dentro de una empresa, o quizás gerenciando tu propio negocio, sabrás que la planificación y la evaluación objetiva de las realidad, recursos, expectativas, oportunidades y amenazas, son factores claves en alcanzar el éxito y sostenerlo a largo plazo. Son muchas las herramientas que pueden servirte en el proceso de llevar adelante una tarea de envergadura. Desde la utilización de un software de gestión de proyectos hasta el desarrollo y entrenamiento de skills en concreto. Veamos las principales.
Infografía ofrecida por Wrike – Gestión De Proyectos Software
Tabla de contenidos
Las mejores 10 skills para la gestión de proyectos
1. Evalúa la justificación y necesidad del proyecto
El punto más importante a desarrollar antes de empezar a trabajar en un proyecto, es evaluar con objetividad y claridad cuáles son las necesidades de llevarlo a cabo para la compañía, para su dinámica comercial y sus colaboradores. ¿Realmente es un proyecto que justifica los recursos de tiempo, dinero y demás que se llevará en su realización? ¿Realmente es necesario para corregir, optimizar o hacer más eficientes las operaciones? Si la respuesta es afirmativa, ¡Pues seguir adelante!
2. Haz una lista de requerimientos y objetivos del proyecto
La siguiente habilidad que se traduce en proyectos exitosos, es la capacidad de desarmar los proyectos evaluándolos en su estructura primaria. Si estás considerando llevar a cabo un trabajo, tendrás que definir muy bien cuáles son los objetivos que persigues, y de la mano con ello, los requerimientos de recursos que con los que tendrás que contar para alcanzarlos.
3. Define del alcance del proyecto
Otro elemento a tener en cuenta antes de ponerte manos a la obra es definir el alcance que tendrá tu proyecto. ¿Será una jornada puntual o un trabajo que se extienda por meses? ¿Resolverá por entero un problema o se estructurará por fases? Si defines el alcance concreto, será más fácil precisar las acciones para alcanzarlo.
4. Haz una lista de entregas y sus plazos
Como te hemos dicho, la estructura es la clave del éxito en todo proyecto, y lograrla es una habilidad valiosa. Antes de iniciar, tu proyecto debe tener definidas las tareas, sus responsables y los plazos estimados de entrega de cada trabajo.
5. Elabora el cronograma del proyecto
Y otro aspecto fundamental que te ayudará a organizar las tareas, no perder de vista los detalles e ir avanzando conforme a lo planificado es el cronograma del proyecto. Se trata simplemente de un documento en el que se hace el seguimiento estrecho de las tareas que han sido establecidas para el logro de las metas.
6. Diseña el plan de evaluación y gestión de riesgos
En el mundo de las empresas, cada acción implica posibilidad de éxito o de fracaso, y la capacidad de hacer evaluaciones objetivas es algo que no podemos perder de vista. Antes de iniciar el proyecto, es importante que realices y contemples un plan en el que evalúes los riesgos a los que se somete la empresa con esas acciones, así como un plan de contingencia y respuesta ante inconvenientes.
7. Define roles y responsabilidades
Otra habilidad vital para sacar adelante un proyecto es la capacidad de asignar roles y responsabilidades de forma asertiva. No se trata tan solo de saber delegar y no sobrecargarse del trabajo que no corresponda, sino de hacerlo de manera estratégica, aprovechando al máximo las cualidades y conocimientos de cada miembro del equipo, y dejando en claro sus responsabilidades y compromisos.
8. Asigna los recursos de forma inteligente
Y cada tarea que forma parte de un proyecto implica la necesidad de determinados recursos. En ocasiones puede tratarse de recursos económicos o materiales, en otras de talento humano, y en otras de la combinación de ambos factores. Considerarlos y asignarnos con asertividad es otra de las habilidades vitales para la gestión de proyectos.
9. Diseña un plan de control de calidad
Así como todas las etapas previas a la puesta en marcha del proyecto son importantes y definen en gran medida su rumbo, la consideración al desarrollo en sí también lo es. El seguimiento, la evaluación constante, las revisiones periódicas, todo ello implica que el proyecto no se salga de las manos de su responsable, y que la calidad que ha sido planteada desde el inicio pueda mantenerse desde el inicio hasta el fin de las operaciones.
10. Transmite el plan de comunicación
Y hemos dejado para el cierre una de esas soft skills que simplemente atraviesan todos los quehaceres humanos: la comunicación. El plan de comunicación es un aspecto vital para el éxito de un proyecto. Desde la transmisión de sus objetivos y razón de ser, la claridad en las tareas para sus participantes y los beneficios que se lograran con este trabajo, es fundamental comunicar las premisas del plan, de modo que captemos la motivación y el compromiso de todos los involucrados.