El envejecimiento es un proceso biológico natural que se produce en todos los organismos vivos y que, a lo largo del tiempo, se traduce en una pérdida de la capacidad para mantener el equilibrio homeostático y, por tanto, para adaptarse al ambiente. Sin embargo, en los últimos años, el envejecimiento se ha convertido en uno de los temas más candentes en el mundo de la ciencia. Y es que, aunque el envejecimiento es un proceso natural e inevitable, muchas personas buscan la manera de frenarlo o incluso revertirlo.

Recientemente, un grupo de investigadores ha logrado un importante avance en el estudio del envejecimiento. Y a pesar de que este hallazgo se encontró en animales, podría tener importantes implicaciones en la lucha contra el envejecimiento humano. En este artículo, profundizaremos en los detalles de este descubrimiento y en las implicaciones que podría tener en el futuro de la medicina. ¡Sigue leyendo!

Científicos descubren un camino para revertir el envejecimiento en animales

Científica estudiando el envejecimiento en animales y humanos

En una publicación de la revista Nature, un grupo de científicos australianos, dieron a conocer los resultados de su investigación: ¡El envejecimiento parece afectar los procesos celulares de la misma manera en cinco tipos de vida muy diferentes: humanos, moscas de la fruta, ratas, ratones y gusanos!

De esta manera, en la medida que los animales envejecen, se producen varios procesos como, por ejemplo, que las mutaciones genéticas se vuelven más frecuentes y los extremos de los cromosomas se rompen. Para ello, los investigadores midieron cómo la ARN polimerasa II (Pol II), se movía a lo largo de la cadena de ADN mientras hacía la copia del ARN. Y descubrieron que, en promedio, Pol II se volvió más rápido con la edad.

¿Pero este cambió en la velocidad del Pol II afectó la vida útil de estos animales? Las moscas de las frutas y los gusanos vivieron entre un 10% y un 20% más que sus contrapartes no mutantes. Lo sorprendente es que cuando los investigadores revirtieron estas mutaciones, entonces, la esperanza de vida se acortó.

De acuerdo con Andreas Beyer, biólogo computacional de la Universidad de Colonia en Alemania, este descubrimiento es importante por lo siguiente:

Muchos estudios han explorado los efectos del envejecimiento en la expresión génica, pero pocos han investigado cómo afecta la transcripción, el proceso mediante el cual la información genética se copia de una hebra de ADN modelo a moléculas de ARN.

Asimismo, los investigadores se preguntaron si la aceleración de la polimerasa II (Pol II) -una enzima clave en la síntesis de ARN- en células envejecidas podría estar relacionada con cambios estructurales en la forma en que el ADN se empaqueta dentro de las células.

Para investigar esta hipótesis, los investigadores analizaron células pulmonares humanas y células de la vena umbilical y descubrieron que las células envejecidas contenían menos nucleosomas, lo que permitía que la Pol II se moviera más rápido. Los nucleosomas son paquetes de ADN enrollados alrededor de proteínas llamadas histonas, y se sabe que la cantidad de nucleosomas y su posición en el ADN pueden afectar la accesibilidad del ADN a la maquinaria de transcripción.

Para confirmar que la cantidad de histonas estaba involucrada en la velocidad de la Pol II, el equipo aumentó la expresión de histonas en las células y encontró que la Pol II se movía más lentamente. En las moscas de la fruta, los niveles elevados de histonas parecían aumentar su esperanza de vida.

Esto abre el camino para iniciar una investigación que responda a cómo el Pol II podría ser un objetivo para los medicamentos que ralentizan el proceso de envejecimiento. De hecho, en la actualidad ya hay medicamentos que modifican el Poll II, utilizados en la lucha contra algunos tipos de cáncer.

Al respecto, Colin Selman, quien estudia el envejecimiento en mamíferos en la Universidad de Glasgow, Reino Unido, sostuvo:

Puede haber oportunidades para reutilizar efectivamente algunos de estos medicamentos para investigar sus efectos sobre el envejecimiento.

Estos hallazgos son emocionantes porque sugieren que la manipulación de la cantidad de histonas podría ser una estrategia para frenar el proceso de envejecimiento celular. Sin embargo, como en todas las investigaciones científicas, se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y evaluar su aplicabilidad en humanos.