La evolución de los electrodomésticos son el mejor reflejo de los avances tecnológicos que ha atravesado la humanidad. Pasamos de equipos que funcionaban con leña a secadoras de ropa, cocinas y refrigeradores que operan de forma automática y funcionan gracias a la inteligencia artificial y a las conexiones a internet.
¿Quieres saber más? Lee este artículo donde te contamos sobre la evolución de los electrodomésticos y las tendencias de cara al futuro.
Tabla de contenidos
Evolución de los electrodomésticos que usamos a diario
1. Evolución de las secadoras de ropa
La secadora de ropa es un gran ejemplo de cómo los electrodomésticos han evolucionado a lo largo del tiempo. En un principio, estos aparatos tenían tambores de metal perforados a mano sobre fuego abierto (eso suena peligroso), que generaban mucho humo y aumentaban la posibilidad de quemar la ropa.
Años después, la secadora de ropa se sofisticó un poco más, incorporando una estufa en lugar de fuego abierto, y, usando la electricidad, se desarrolló un modelo de accionamiento eléctrico que hizo la labor mucho más sencilla.
A principios de los 80, se introdujo un nuevo modelo al mercado, capaz de programar ciclos y con sensores que detectaban la humedad para determinar el nivel de secado óptimo y detenerse de forma automática; esto evitaba el sobrecalentamiento y optimizaba el consumo de energía para que fuese eficiente.
Ahora, con la llegada de las nuevas tecnologías, la secadora de ropa funciona de forma automática. Utilizando conexión a wifi e inteligencia artificial, puedes modificar el secado de forma remota, recibir notificaciones y programar ciclos con tu dispositivo móvil; incluso, puedes cambiar la configuración según la carga con un tap.
2. Evolución de las cocinas y del horno
La cocina y el horno son otros electrodomésticos que han evolucionado. Comencemos por mencionar que los primeros hornos (del 29.000 a.C.) eran de tierra y, durante la época de los griegos y de los egipcios, se fabricaban con ladrillos.
En el año 1831, aparecieron los primeros modelos de hornos de gas, así como las cocinas con un horno integrado, todo un avance para la época. Un siglo después, surgieron los hornos eléctricos, que se popularizaron por su practicidad.
La llegada de la inteligencia artificial cambió mucho el funcionamiento de estos electrodomésticos. En la actualidad, las cocinas y los hornos modernos tienen temporizadores inteligentes, precalentamiento rápido, sensores de temperatura e inicio y apagado automático; incluso, puedes sincronizarlos para que preparen recetas a paso a paso, lo que te ahorra esfuerzo y te garantiza mucha precisión.
3. Refrigeradores
Desde su aparición, los refrigeradores no han dejado de evolucionar. Actualmente, estos electrodomésticos tienen pantallas táctiles, cámaras internas y conexión a internet (sí, como lees); estas funciones permiten ver todo el contenido de forma remota, controlar la temperatura y recibir notificaciones y alertas.
Así mismo, los nuevos refrigeradores son capaces de recomendar recetas y de avisar qué alimentos están cerca de su fecha de caducidad. Estas son ventajas que disminuyen el desperdicio de alimentos y favorecen la economía.
Internet de las Cosas (IoT) e inteligencia artificial: hogares conectados
El Internet de las Cosas (IoT) conecta los dispositivos del hogar gracias a una conexión a internet y la tecnología permite controlar y hacer un uso óptimo de todos los electrodomésticos. ¿Quieres saber cómo? Veamos algunos ejemplos.
El primero de ellos son los asistentes de voz. En la actualidad, los dispositivos como Amazon Echo y Google Home permiten controlar los dispositivos a través de comandos de voz; incluso, esta función ya está disponible en lavadoras y en hornos.
Por otro lado, la inteligencia artificial permite que los electrodomésticos aprendan, lo que les permite adaptarse al comportamiento del usuario, automatizar tareas y mejorar la eficiencia, pero hablemos de esto con más detalle:
- Personalización: los electrodomésticos recuerdan preferencias y ajustan las configuraciones de forma automática; por ejemplo, lavadoras que configuran ciclos según el tipo de ropa y refrigeradores que sugieren recetas.
- Eficiencia energética: los electrodomésticos optimizan el uso de recursos a través de sistemas de gestión de energía, lo que ahorra tiempo y dinero.
- Mantenimiento predictivo: los electrodomésticos pueden prever fallos y realizar mantenimientos programados para extender su vida útil en el tiempo.
Futuro de los electrodomésticos
Los electrodomésticos ya parecen sacados de una película futurista; sin embargo, no nos queda duda de que seguirán evolucionando más y más en el tiempo.
Para empezar, la preocupación por el ambiente impulsará la creación de electrodomésticos que consuman menos energía e integren fuentes renovables. Esta no es solo una forma de ahorrar dinero, sino de reducir las emisiones.
También, los electrodomésticos serán más compactos y multifuncionales para que puedan adaptarse a espacios reducidos, y se fabricarán en una gran variedad de materiales personalizables reciclados y sostenibles. La ecología será importante.
Por otro lado, la automatización permitirá que las tareas domésticas se realicen rápidamente. Hablamos de robots capaces de sujetar objetos y de limpiar superficies gracias a sensores y a cámaras que escanean el espacio rápidamente.
Desde luego, hay que considerar que este desarrollo podría generar problemas ambientales relacionados con el exceso de desechos, muchos de ellos tóxicos; por eso, es necesario que las empresas gestionen esta problemática de forma eficiente para que la huella de carbono sea lo más mínima posible.
En conclusión…
La evolución de los electrodomésticos ha sido producto de la necesidad y del ingenio de los humanos. La tecnología ha hecho que cocinar o lavar la ropa sea sencillo y práctico, y, sin duda, estos procesos serán más automatizados y sofisticados con el tiempo; pese a eso, será importante darle prioridad a la sostenibilidad para evitar que tantos avances tecnológicos ocasionen problemas en el planeta tierra.