Con cada día que pasa, los hábitos de uso del internet se afianzan, haciendo visible un importante crecimiento de usuarios a nivel mundial. Sin embargo, la construcción de una sociedad cada vez más interconectada supone una serie de retos bastante relevantes. Especialmente cuando se habla de exclusión digital.
Ahora bien, la problemática es latente y las brechas a cerrar son bastante grandes —aun en el siglo XXI—. Pero, afortunadamente, muchos proyectos han desarrollado tecnología de vanguardia que amplía el impacto de la conexión y nos acerca cada vez más al deseado internet para todo el mundo. Tal es el caso de LinkInternet, un proveedor de servicios de internet rural y de placas solares.
A lo largo de este artículo te contaremos sobre la principal problemática a resolver para alcanzar el internet para todo el mundo y algunas claves para superarla.
Tabla de contenidos
¿Qué es la exclusión digital? La importante brecha en el acceso a oportunidades
Internet es una de las mejores herramientas para adquirir recursos y resolver muchos de los problemas de la vida real. Y, al igual que como sucede con las brechas sociales, el acceso a él está íntimamente relacionado con aquellos grupos que acumulan ventajas socioeconómicas y tecnológicas. Lo que fomenta el desarrollo de grupos socialmente desfavorecidos que no tienen oportunidades digitales.
Dicha brecha o exclusión digital, entonces, se entiende como aquella diferencia de oportunidades en el momento de acceder a internet. Es un fenómeno que ocurre en todos los países del mundo. En algunos el impacto es mucho mayor que en otros, teniendo en cuenta condiciones geográficas, políticas, económicas, gubernamentales, entre otras.
Ahora bien, la falta de acceso a internet para todo el mundo no solo limita la conexión en sí misma. También tiene implicaciones de largo alcance, como el impedimento de acceso al derecho a la educación, la dificultad de acceso a canales de comunicaciones que fortalezcan el desarrollo personal y social y el escaso desarrollo de habilidades digitales.
Por otro lado, y aunque no es un factor determinante para el cierre de la brecha de exclusión social, el consumo de internet a nivel mundial también ha disminuido. Cada vez pasamos menos tiempo conectados a internet y esto implica la apertura hacia un mundo que está buscando retomar partes de la vida off line que, por mucho tiempo, se opacaron con el desarrollo tecnológico.
La ruralidad y el uso del internet: Nuevas tecnologías para un futuro más igualitario
Como mencionamos en el apartado anterior, la exclusión digital y la brecha que esta supone son una de las problemáticas más relevantes frente al uso del internet para todo el mundo. Y aunque el camino para solucionarla resulta lento y dificultoso, resaltan varias iniciativas para llevar el internet a zonas lejanas o de difícil acceso. De allí nace, por ejemplo, la idea del Internet Rural, el cual supone un importante avance en el acceso a una conexión segura y rápida.
Para que esta conexión sea una realidad, ante todo, se requiere de un despliegue de infraestructura en áreas remotas. Una que permita otorgar a la población una conexión confiable y de alta velocidad, ilimitada, sin interrupciones y que facilite las interacciones cotidianas entre las personas. De la mano con esto y muy vinculado a la facilidad de acceso, se hace fundamental ampliar la demanda del mismo servicio desde la seguridad, la calidad y el desarrollo de aptitudes digitales. Estas permiten sacar el máximo provecho a la herramienta tecnológica.
Frente a lo anterior, lo ideal es que este sea un servicio que no solo sea ilimitado, sino que no cuente con permanencia, la necesidad de línea de teléfono o satélite. Esto, combinado con precios razonables y con la posibilidad de soporte gratuito, favorece que sean cada vez más las personas que accedan a él y puedan disfrutar adecuadamente de todos sus beneficios.
Ahora bien, si estos proyectos se combinan con la implementación de energías renovables e Instalación Placas Solares, se asegura una buena producción energética en las zonas alejadas y que no tienen acceso a la corriente eléctrica tradicional. Esto supone conexiones más seguras, estables y permanentes.
¿Qué más se necesita para fortalecer el internet para todo el mundo?
Lo mencionado anteriormente es uno de los pasos fundamentales para alcanzar el internet para todo el mundo. Aun así, hay algunas otras consideraciones para tener en cuenta si lo que se busca es que ese objetivo se cumpla de manera integral y beneficiando a la mayor cantidad de personas. Entre ellas vale resaltar:
- Hay que asegurar que todo el mundo pueda conectarse a internet. Esto se logra a través de marcos políticos sólidos e instituciones transparentes.
- Garantizar el cumplimiento de las leyes y normativas que fomentan el uso del internet.
- Desarrollo de estrategias que apoyen la neutralidad tecnológica y todos aquellos procesos destinados a áreas sin servicio o con servicio deficiente.
- Respetar los derechos básicos de las personas, incluyendo aquellos vinculados a su privacidad y protección de datos.
- Desarrollo de tecnologías que contribuyan a potenciar las mejores capacidades humanas y disminuyan el impacto negativo de nuestra actividad.
- Construcción de comunidades sólidas que luchen por la red y contribuyan a su desarrollo.
Así es como llegamos al final de nuestro artículo sobre el internet para todo el mundo, pero no queremos despedirnos sin que nos cuentes: ¿crees que alcanzar este objetivo es posible en la actualidad? ¿Qué es lo que, según tú, hace falta para avanzar por este camino? ¡Estamos ansiosos por leerte!