El mundo empresarial es, sin duda alguna, un mundo complejo, competitivo y arriesgado. Todos aquellos inmersos en él necesitan de habilidades y capacidades específicas que les permitan adaptarse a un entorno cambiante y, no lo podemos negar, un poco aterrador. Ahora bien, así como sucede en cualquier situación, hay personas y roles indispensables para que los equipos de trabajo funcionen adecuadamente. Este es el caso de los líderes o, también conocidos, como jefes.

Sin embargo, aunque la diferencia entre estas dos palabras no debería existir o, por lo menos, ser notoria, la verdad es que generalmente las características que se relacionan con un jefe son muy distintas a aquellas que representan a un verdadero líder. Es debido a ello que es este artículo te hablaremos de aquellas cualidades y métodos que te harán reconocer si eres solamente un jefe o si también eres un buen líder. ¿Estás dispuesto/a a conocerlas? Entonces, no esperemos más y pongámonos en marcha.

Tabla de contenidos

¿Jefe o líder? La cualidades que te convierten en uno u otro

jefe o lider

Los métodos que implementa un jefe para llevar el curso de su equipo

  • Un jefe intimida. El poder y el control son tan atractivos como peligrosos. Especialmente cuando se habla de dirigir un equipo de trabajo. Reconocerás si eres un jefe o si la persona a cargo de tu equipo lo es, cuando notes que hace todo lo posible por demostrar que él/ella es el/a que manda. Este tipo de personas querrá ser respetada únicamente por su cargo laboral. Aun así, no harán mucho por ganar el respeto de sus compañeros. Además, buscarán siempre utilizar al poder como un arma de intimidación.
  • Es una persona muy observadora. Un jefe estará atento a cada movimiento, acción o actitud de su equipo de trabajo. Él/ella no dejará ningún detalle descuidado, pero ¡cuidado! Lo que más notará serán los errores y no dudará en hacerlos saber por cualquier medio disponible.
  • Un jefe oye. Puede que tu jefe ceda espacios o momentos para oír las opiniones de su equipo. Esto no significa que vaya a actuar al respecto. Las opiniones no son necesarias para tu jefe, por el contrario, lo único que espera de ti es que trabajes.
  • Las órdenes son sus mejores aliadas. Al igual que como sucede con las opiniones, a tu jefe lo único que le interesa es que cumplas con tus funciones. Es por esa razón que dedicará sus días a dar órdenes. Órdenes que serán cumplidas sin ningún contratiempo o te ganarás una reprimenda.
  • Un jefe se desentiende casi que completamente. Como su interés se concentra en demostrar que tiene poder, tu jefe buscará mantenerse lo más alejado posible del trabajo del equipo. Solo estará allí cuando algo le afecte directamente.
  • Le encantará agobiarte. Para tu jefe ninguna clase de excusa es válida. Esperará que estés disponible para él/ella y para tu trabajo las 24 horas del día. No sentirá vergüenza en hacerte saber cuando te necesite, sea urgente o no.
  • Sus objetivos no son claros, incluso pueden ser imposibles. Tus capacidades deben dar para lo que tu jefe quiera de ti. No le importará si propone objetivos difíciles de cumplir, así que prepárate para vivir en la ficción.
  • No le gusta que cuestionen su autoridad o decisiones. Los jefes básicamente siempre tienen la razón. Nadie más podrá hacerlo mejor que ellos.

 ¿Y el líder que está dispuesto a hacer?

  • Su propósito siempre será inspirar y enseñar. Para el líder es imprescindible que su equipo crezca y aprenda, al igual que él. Querrá contar con profesionales que sepan mejorar sus habilidades y ayuden a fortalecer e imprimir calidad al trabajo individual y colectivo. Un líder no le temerá a elogiarte por aquello que salga bien, al igual que no dudará en ayudarte a corregir tus errores.
  • El líder no oye, escucha. Un líder anima a su equipo a proponer nuevas ideas, plantear estrategias innovadoras y a dar su opinión sobre los métodos de trabajo. El líder sabe que las ideas de su equipo deben ser tan valiosas como las propias. 
  • Un líder no da órdenes, por el contrario, pregunta constantemente. Un líder sabe que su equipo requiere de diversos recursos y herramientas para cumplir sus funciones, así que se asegura de saber que todo esté funcionado adecuadamente y esto se hace a través de las preguntas.
  • La colaboración es su palabra clave. Para él/ella es claro que, en el caso de tener que resolver cualquier tipo de problema, necesitará de todo su equipo. Además, él/ella sabe que puede dar autonomía, pero actuará o intervendrá cuando sus conocimientos o experticia sean requeridos.
  • Apoya y sigue apoyando. Él/ella sabrá que equilibrar el tiempo personal y laboral de su equipo es fundamental para alcanzar el mejor rendimiento. Así que… ¡No te preocupes! Un buen líder te exhortará a tomar vacaciones y respetar tus tiempos de descanso.
  • No vivirás en una ficción, por el contrario, los objetivos que el líder plantee serán claros y realistas. Definirá objetivos específicos o KPIs para dar claridad a la forma de accionar del equipo en aras de conseguir el éxito de un proyecto.
  • Buscará aprender y liderar al mismo tiempo. El líder sabe que no lo sabe todo, es consciente de que seguirá aprendiendo en el camino. No se cree indestructible.

Jefe o líder: la batalla interminable entre poder y liderazgo
Infografía ofrecida por Wrike – Gestión De Proyecto De Software

Para que una empresa o negocio mantenga su personal y le brinde las condiciones laborales más adecuadas, es fundamental contratar líderes no jefes. Ya sabrás que, efectivamente, no son lo mismo. Tener un buen líder aumenta el rendimiento, la concentración y la pasión por el trabajo, así que te animamos a seguir fortaleciendo tus capacidades de liderazgo, así el éxito no escapará de tus manos.