Hace años que se viene hablando de realidad virtual y, aunque menos, también la realidad aumentada lleva un tiempo ocupando la conversación sobre cuáles serán las tecnologías más disruptivas de presente y futuro. Cada novedad relacionada con las innovaciones de la denominada realidad extendida se anuncia como ‘the next big thing’, pero, a la hora de verdad, parece que nunca acaban de popularizarse masivamente a nivel usuario.
Es posible que esto sea debido a que, en un principio, el foco relacionado con la realidad virtual y aumentada se puso únicamente, al menos en cuanto a los medios generalistas, en el entretenimiento, un sector muy amplio. Varios fabricantes de consolas y desarrolladores de videojuegos se apresuraron en ofrecer una oferta que se adaptase al formato virtual de los dispositivos VR. La “fiebre” por la realidad virtual llegó incluso a plataformas de juegos más tradicionales como el poker; ejemplo de ello es la conocida PokerStars, que cuenta con diferentes modalidades de competencias online que amplió con la posibilidad de jugar en mesas de realidad virtual a través de PokerStars VR.
Y qué decir de la realidad aumentada, si prácticamente todo el mundo supo de esta tecnología gracias al fenómeno Pokémon GO, que recientemente cumplió 8 años y sigue fuerte, pero que eclipsó cualquier otro uso.
Lo cierto es que, pese a que han abierto un nuevo mundo de diversión, el ocio no es ni la industria que más se ha beneficiado del uso de estas tecnologías ni mucho menos la única. En la actualidad, los sectores donde más se está utilizando la realidad virtual son la medicina, la cultura, la educación y la arquitectura. Destacan especialmente las ventajas que ofrece la realidad virtual para la enseñanza inmersiva y, como veremos a continuación, para el ámbito de la salud; por extensión, también la realidad aumentada está entrando con fuerza en estos sectores.
Usos de la realidad virtual en medicina
La realidad virtual permite recrear entornos virtuales en los que es posible reproducir todo tipo de escenarios y situaciones, por eso está teniendo tanto impacto en la educación. La enseñanza inmersiva permite reducir costos derivados de la logística y facilita el acceso a los contenidos de formación.
Estas son ventajas que también se aprovechan en uno de los principales usos de la realidad virtual en el sector sanitario: la formación de profesionales. A través de la realidad virtual, los futuros sanitarios pueden enfrentarse a situaciones que se producen en los centros médicos y aprender cómo reaccionar, cuáles son los protocolos que deben seguir o las decisiones que deben tomar.
Otra área con gran potencial de la realidad virtual dentro del sector de la salud es su uso en terapias y rehabilitación de pacientes.
La realidad virtual se usa tanto en psicología como en fisioterapia. El hecho de “sumergirse” en situaciones que parecen reales ayuda a los pacientes a revivir situaciones que les crean estrés o que les causan dolor y aprenden a gestionar sus emociones. O también se puede reproducir un escenario que genere calma y felicidad, lo que ayuda a la relajación y bienestar del paciente.
En este sentido, se utiliza para trabajar fobias y otros trastornos, sobre todo como herramienta en terapias cognitivo-conductuales que vinculan acción y pensamiento.
También es muy útil para trabajar con personas con deterioro o lesiones neuronales, ya que permite generar entornos en los que puedan practicar o volver a realizar actividades como leer u orientarse sobre un plano.
En fisioterapia, igual que en el deporte a un nivel mínimamente profesional, cada vez es más común el uso de contenidos de realidad virtual para simular actividades físicas como correr, ir en bicicleta, etc. Cuando, por el motivo que sea, no sea posible desplazarse para el entrenamiento físico, la realidad virtual es una excelente alternativa.
Usos de la realidad aumentada en medicina
Los avances de la realidad aumentada aplicada a la medicina son todavía más sorprendentes y eficaces que los de la realidad virtual. También se emplea para la formación de profesionales de la salud y con usos terapéuticos, pero, recientemente, incluso se ha utilizado para realizar una operación con realidad aumentada por primera vez.
Debemos tener en cuenta que la realidad aumentada permite introducir elementos virtuales en entornos físicos. Así, un futuro cirujano puede manipular instrumentos virtuales o trabajar sobre un paciente virtual, no real. De este modo, aprende sin poner en riesgo ni equipos ni la integridad física de las personas.
Igual que sucede en la Industria 4.0, la realidad aumentada genera “gemelos digitales”, es decir, puede reproducir al detalle desde todas las partes del cuerpo humano hasta el último modelo de prótesis dental. Esto ayuda en las investigaciones médicas y también permite la actualización de los profesionales, que pueden conocer y aprender a manejar nuevos dispositivos sin necesidad de tenerlos físicamente.
Si unimos las aplicaciones de la realidad aumentada en medicina a las de la inteligencia artificial y los robots médicos, las posibilidades se intuyen infinitas e impresionantes.