En esta era, la ropa de trabajo se está transformando para garantizar, además de seguridad, comodidad, ergonomía y sostenibilidad en un mundo en el que la industria de los textiles genera tantos desperdicios. Actualmente, muchas empresas apuestan por el uso de textiles inteligentes capaces de adaptarse a las condiciones climáticas más extremas y de materiales con fibras 100 % naturales tratadas para resistir el fuego, y por las prendas cómodas y capaces de monitorear el estado físico de los trabajadores.
Y esos son solo algunos de los cambios que se están dando en este sector, te contamos más en este artículo. En Futuro Eléctrico, preparamos un blog donde te hablamos de 3 tendencias en la ropa de trabajo para garantizar la protección laboral. Ponte cómodo en tu asiento, baja el cursor y no te pierdas de nada.
Tabla de contenidos
1. Tejidos más resistentes e inteligentes
Una de las tendencias en la ropa de trabajo para garantizar la protección laboral es el uso de tejidos más resistentes e inteligentes, capaces de adaptarse a las condiciones climáticas; por ejemplo, la Universidad de Waterloo desarrolló un tejido capaz de calentarse hasta 30 °C cuando se expone a la luz solar, una solución que permite que los trabajadores expuestos a los cambios de temperatura bruscos no sufran de estrés por frío.
También, se están desarrollando prendas diseñadas para condiciones extremas, como extinción de incendios. Un ejemplo es que hay trajes con materiales como Nomex 30 y PBI Max, y con otras barreras térmicas que resisten las temperaturas extremas y regulan la transferencia térmica de forma más eficiente; además, algunos modelos integran sistemas de circulación de aire, chalecos refrigerantes y geles termoestables para mitificar la fatiga por el calor.
Otro ejemplo es el uso de compuestos sintéticos que hacen que los guantes y los chalecos sean más resistentes a los roces, a los cortes y a la exposición con varios productos químicos fuertes, algo que prolonga la vida útil de las prendas.
En este contexto, la clave es analizar las prendas antes de comprarlas para saber qué tantas resistentes son y confiar en proveedores confiables como Juba, una empresa especializada en la fabricación de ropa de trabajo.
Por otro lado, se espera que, en el futuro cercano, la ropa de trabajo se confeccione con tejidos electrónicos capaces de hacer un seguimiento continuo y en tiempo real de las constantes vitales de los trabajadores, como la frecuencia cardíaca y la respiratoria, la presión arterial y la temperatura corporal. Estos datos son muy relevantes para conocer la salud y el bienestar de los miembros de la organización, y para prevenir la fatiga crónica y el estrés, y otros problemas de salud que puedan generar accidentes laborales.
2. Mayor ergonomía
La ergonomía es otro elemento que debe considerarse al diseñar ropa de trabajo para garantizar la protección laboral y, gracias a las tecnologías actuales, hay prendas bastante ergonómicas en el mercado; por ejemplo, el escaneo 3D con máquinas como VITUS BODYSCAN permite confeccionar monos, chalecos o trajes térmicos a la medida para que el ajuste sea lo más óptimo posible. El resultado son prendas que maximizan la movilidad, reducen la fatiga y garantizan la protección desde el minuto 1.
Claro que la tecnología llevará la ergonomía a otro nivel gracias a la integración de sensores. Estos componentes, cosidos en la ropa de trabajo, podrán monitorear la postura en tiempo real para corregir las posiciones que causen lesiones musculares o de espalda que, a la larga, afecten la calidad de vida de los trabajadores.
Incluso, serán capaces de detectar las vibraciones de las extremidades al trabajar con herramientas eléctricas o al estar sentado en superficies vibrantes por tiempo prolongado, algo que, si no lo sabías, puede causar daños físicos a largo plazo, como reducción de la fuerza de agarre, entumecimiento de los dedos, lumbalgias y lesiones en la columna vertebral; con esa información, se pueden generar alertas y regular el tiempo de exposición para prevenir problemas.
3. Sostenibilidad y ecología
Otra de las tendencias más relevantes en la ropa de trabajo para garantizar la protección laboral es la elaboración de prendas sostenibles. Para que tengas una idea, hay empresas que están sustituyendo las fibras sintéticas por materiales naturales que, sometidos a varios procesos, fortalecen la celulosa de las fibras vegetales y los haces resistentes al fuego sin necesidad de aditivos químicos sintéticos más tóxicos.
Lo mejor es que identificar prendas de trabajo sostenibles es más sencillo de lo que piensas, solo debes fijarte en las etiquetas OEKO-TEX STANDARD 100 y OEKO-TEX MADE IN GREEN. La primera garantiza que el producto está fabricado con materiales ecológicos, desde los hilos hasta los botones y las cremalleras, y ha sido probado para asegurar que está libre de sustancias nocivas para la salud, mientras que la segunda es una certificación rastreable que muestra que la ropa no es tóxica y se fabricó siguiendo protocolos de seguridad ambiental rigurosos y en condiciones de trabajo seguras y socialmente responsables.
También, se está trabajando en tintas conductoras y en componentes electrónicos fabricados con materiales ecológicos; de ese modo, todas las prendas que se lanzan al mercado se descomponen de forma segura al final de su vida útil, algo que disminuye la acumulación de desperdicios y fomenta el reciclaje responsable y sostenible.
Nos queda muy claro que el futuro de la ropa de trabajo para garantizar la protección laboral se basa en el uso de textiles resistentes a las condiciones climáticas, que aseguren la comodidad de los trabajadores y sean resistentes y sostenibles; así mismo, se le debe dar prioridad a la ergonomía y a la seguridad para que la calidad de vida de los usuarios no se vea afectada durante las jornadas laborales, en especial, en los entornos donde están expuestos a temperaturas altas o a químicos peligrosos.