¡La inteligencia artificial (IA) nuevamente está en el centro de la polémica! Esta vez se trata de una batalla entre el arte y la IA. En ese sentido, la inteligencia artificial creativa se ha usado para producir obras totalmente alucinantes, sin embargo, muchos consideran que esto cambiará, de manera drástica, el proceso creativo de la humanidad. Creando un futuro del cual solo tenemos preguntas y muy pocas respuestas.
¿Los dispositivos tecnológicos empezarán a ser una entidad creativa en sí misma y dejarán de ser un medio para crear arte? Capacitada para la creación de obras de arte, letras musicales y generación de ideas de negocios, la IA creativa está revolucionando la forma en que pensamos acerca de la creatividad. Pero, ¿cuáles serán los desafíos y preocupaciones éticas que surgen al trabajar con la IA creativa? ¡En este artículo de Futuro Eléctrico te lo explicamos!
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Origen de la IA creativa
La historia de la inteligencia artificial creativa inicia cuando se desarrollaron los primeros algoritmos de aprendizaje automático. Para 1956, John McCarthy, Marvin Minsky y Claude Shannon en la Conferencia de Dartmouth inventan el término inteligencia artificial. Esto fue algo totalmente revolucionario, ya que fue el impulso que la ciencia necesitaba para explorar la posibilidad de que las máquinas pudieran aprender por sí mismas a partir de datos y experiencias.
Con el paso de los años se han ido realizando estudios y modificaciones que han permitido tener un acercamiento a cómo pensamos los humanos. Por ejemplo, en 1980, la IA creativa comenzó a tomar forma con el desarrollo de algoritmos de procesamiento del lenguaje natural. ¡Fue la primera vez que entendió comandos y podía responder a preguntas!
Para 1990, la IA creativa se expandió aún más con el desarrollo de algoritmos de redes neuronales, que permitieron a las máquinas tener un pensamiento similar al humano. Se podría decir que desde la década de los 2000, los científicos se han concentrado en hacer que la IA pueda tener un proceso creativo similar al humano.
Para muchos esto era algo impensable, sin embargo, Deep Blue, de IBM, asombró al mundo al demostrar que había aprendido a jugar ajedrez: ¡el pináculo de la inteligencia humana! En la actualidad, la IA creativa está en plena floración, con el desarrollo de algoritmos de aprendizaje profundo que permiten a las máquinas pensar creativamente y crear verdaderas obras de arte desde cero.
Pero, por supuesto, esto no está exento de críticas, porque sus más férreos detractores argumentan que no se le puede llamar arte a algo creado por una máquina. Otros, por su parte, se basan en el test de Turing (Turing 1950), que calcula el valor de los artefactos producidos por un software. No obstante, este resultado puede estar sesgado, ya que al momento de valorar una obra de arte se tiene en cuenta el proceso de producción y no solo el resultado.
Lo cierto es que aunque hay preocupaciones éticas y de seguridad que indudablemente tienen que estudiarse, la IA creativa tiene el potencial de revolucionar la forma en que creamos arte, pensamos, resolver conflictos y más.
¿Cómo aprende la inteligencia artificial creativa?
El aprendizaje de la IA creativa no dista mucho de la inteligencia artificial, en general. Se entrena con grandes cantidades de datos y luego utiliza esos datos para tomar decisiones y completar algunas acciones. Para esto, hace uso de los siguientes métodos:
- Aprendizaje supervisado: La IA creativa es entrenada con un conjunto de datos etiquetados que le muestran ejemplos de lo que debe hacer.
- Aprendizaje profundo: Utiliza redes neuronales artificiales para pensar como lo haría un humano.
- Por refuerzo: ¡Es una constante retroalimentación! De esta manera, la IA creativa es recompensada o castigada por sus acciones y decisiones
- Aprendizaje no supervisado: La IA aprende por sí misma a partir de un conjunto de datos sin etiquetar.
Impacto de la inteligencia artificial creativa
La inteligencia artificial creativa ha estado teniendo un impacto en distintas áreas. Siendo las más notables, en el ámbito de la publicidad, donde ha ayudado a los profesionales de esta área para la creación de anuncios personalizados y adaptativos que se ajustan a las preferencias y necesidades de su target o público objetivo.
En el campo de la música, la inteligencia artificial creativa ha sido utilizada para generar nuevas canciones y melodías, así como para mejorar la producción de la música existente. El trabajo musical realizado por un ordenador, fue el realizado por Hiller e Isaacson (1958) con el ordenador ILLIAC. Con un enfoque en la resolución de problemas y usando una metodología de «generación y prueba» logró crear un cuarteto de cuerdas.
En 1993, Ebcioglu desarrolló un sistema experto, CHORAL, para armonizar corales al estilo de Johann Sebastian Bach. Otro ejemplo de la inteligencia artificial creativa se halla en MUSACT, que emplea redes de neuronas artificiales para aprender un modelo de armonía musical.
La IA creativa también ha revolucionado el mundo de la escritura y la edición, con la creación de herramientas de redacción automática y corrección de gramática que ayudan a los escritores a producir contenido de alta calidad más rápidamente. ¡En la actualidad se pueden crear textos a partir de una frase! Hace muchos años esto era un sueño, sin embargo, es cierto que aún tiene muchísimas limitaciones y carece de profundidad.
Además de estos campos, la IA creativa también se está utilizando en el diseño gráfico, la arquitectura y el cine. Siendo esto lo que causa más suspicacia. Y es que durante estos años, distintas IA han demostrado que pueden crear retratos, cuadros y hasta vídeos. ¡Ya se habla de humanos creados virtualmente para ser influencers!
IA que crean arte
Dall-E
Dall-E es un sistema de inteligencia artificial desarrollado por OpenAI que se ha destacado por su capacidad para generar imágenes y objetos a partir de descripciones escritas. De esta forma, deslumbra por su alta competencia para generar imágenes y objetos que nunca antes se han visto o existido. Puedes probarla escribiendo un texto, aunque te pueda parecer poco ilógico… ¡Y verás que Dall-E crea la imagen a la perfección! Por su parte, Dall-E tiene una serie de filtros que impiden que puedas crear imágenes sexuales o con contenido que pueda ser ofensivo.
Midjourney
¡Midjourney puede ser empleada como una herramienta de arte! Hasta hace poco no estaba habilitada para el público, pero ahora es de libre acceso. Con su versión gratuita podrás crear hasta 25 imágenes. Crea imágenes como lo desees, desde las más comunes hasta las más irracionales.
Jukebox
Puedes crear piezas musicales mediante este modelo de IA de código abierto. Puedes hacer obras con una alta coherencia musical, pero tiene la deficiencia de que se puede llegar a introducir un ruido perceptible en la canción generada.
Stable Diffusion
Genera imágenes en tiempo real, no tienes restricciones en tu arte, puedes cambiar el estilo artístico y es de código abierto. Stable Diffusion ha sido totalmente revolucionaria. ¿La probarías?
Implicaciones éticas y algunos riesgos
Algunos temen que la IA creativa reemplace a los trabajadores humanos o que se utilice de manera malintencionada. Así que resulta importante asegurarse de que la IA creativa se utilice de manera responsable y ética para maximizar sus beneficios mientras se minimizan sus riesgos.
En ese sentido, vale la pena que se haga un debate acerca de si esta IA permitirá que la humanidad pueda ser más creativa o si se trataría de una involución. Es decir, ¿una persona que naturalmente no tiene facilidad para pintar un óleo, podría estar a la altura de los grandes artistas?, ¿impactará en nuestra psique y cerebro?, ¿seguiremos pensando como lo hacemos actualmente?
Además, la IA creativa puede poner en riesgo al gremio de los ilustradores. Ya existen sistemas de inteligencia artificial que crean dibujos, artes, logos, isotipos… ¡Y solo necesitan un texto breve! Así que es apropiado preguntarse, ¿seguiremos usando bancos de imágenes gratuitos si podemos tener en minutos imágenes originales?, ¿es válido prescindir del trabajo de expertos?
Asimismo, hay preocupaciones de que pueda utilizarse para fines malignos, como la difusión de propaganda o la creación de contenido ofensivo o de odio. Y es que recordamos que existe un bias en IA y aun esta tecnología no está preparada para crear un contenido que no sea tendencioso. ¿Cómo se corregirá este comportamiento?
Por otro lado, la inteligencia artificial creativa resulta, para algunos, poco ética, porque recopila una gran cantidad de datos de todos. Esto es totalmente necesario para aprender a mejorar. No obstante, ¿qué pasará con la privacidad? ¡Estaremos expuestos a que cualquiera pueda entrar en nuestros dispositivos! En definitiva, la ética de la IA creativa es un tema complejo y multifacético, es necesario que este debate se avive para poder encontrar una solución.
Palabras finales
La inteligencia artificial creativa es un campo en constante evolución que combina la tecnología de la inteligencia artificial con la creatividad humana para producir resultados sorprendentes. Y, aunque puede levantar ciertas preocupaciones, en el fondo, puede ayudar a crear cosas increíbles.