El uso de robots en puesto de trabajos ha generado controversias en los últimos tiempos, debido a que muchos aseguran que esto tendrá un desenlace, donde se haga cada vez más común la sustitución de las personas, dejando a millones de desempleados y, en algunos casos, obligando a las empresas a sumarse a la tendencia de usar la robótica, para no perder la productividad frente a la competencia. Por eso, la tendencia actual busca el trabajo colaborativo entre humanos y máquinas, de manera que estos últimos sean ayudantes y no sustitutos.
Al principio se creía que esta combinación podría aumentar los niveles de eficacia. Sin embargo, un nuevo estudio afirma que trabajar con robots puede hacer que los humanos se vuelvan perezosos, confiando sus tareas en las máquinas prácticamente en su totalidad. ¿Quieres saber más acerca de este tema? ¡Sigue leyendo este artículo de Futuro Eléctrico!
¿Trabajar con robots nos hace perezosos?
La Universidad Técnica de Berlín ha publicado el estudio titulado «Frontiers in Robotics and IA», que concluye que las personas que tienen ayuda de robots suelen tener un comportamiento más vago en el trabajo. En ese sentido, empiezan a esforzarse menos, debido a que hay una máquina que puede seguir trabajando en las tareas.
Para llevar a cabo este experimento, los científicos les pidieron a los voluntarios que comprobaran imágenes de placas de circuito en busca de defectos. De esta manera, un total de 42 personas participaron en estas pruebas, la mitad trabajó sola y a la otra mitad se le informó que un robot previamente había comprobado las imágenes, además se incluyeron marcas de verificación rojas donde el robot había detectado problemas. Sin embargo, lo que estos participantes no sabían es que el robot había pasado por alto cinco defectos.
¡El resultado fue fascinante! A pesar de que ambos grupos pasaron más o menos la misma cantidad de tiempo inspeccionando los tableros, aquellos que trabajaron con ayuda del robot solo encontraron un promedio de 3,3 de los 5 defectos que la máquina no detectó. En contraste, el otro grupo detectó un promedio de 4,23.
¿Qué quiere decir esto? Que quienes trabajaban con el robot estaban menos atentos cuando revisaban las placas de circuito. Probablemente esto se deba a que crean que los robots no pasarían por alto ningún defecto, teniendo ellos un comportamiento mucho más holgazán.
Al respecto, la primera autora Dietlind Helene Cymek, de la Universidad Técnica de Berlín en Alemania, dijo en una entrevista para Singularity Hub, lo siguiente:
En turnos más largos, cuando las tareas son rutinarias y el entorno de trabajo ofrece poco seguimiento y retroalimentación del desempeño, la pérdida de motivación tiende a ser mucho mayor.
Asimismo, en este estudio, se puede leer:
Obviamente, combinar las capacidades de humanos y robots ofrece muchas oportunidades, pero también debemos considerar los efectos grupales no deseados que podrían ocurrir en equipos humanos-robots. Cuando los humanos y los robots trabajan de manera redundante en una tarea, esto puede provocar pérdidas de motivación para el compañero del equipo humano y hacer que efectos como la holgazanería social sean más probables.
Esto sugiere que en algunos tipos de trabajo los humanos podrían volverse dependiente a los robots. Además, es probable que esto mismo se aplique al uso de asistentes con inteligencia artificial. ¿Confiarán más en las máquinas que en su propio criterio? Sin duda, los resultados de este estudio resultan bastante interesantes. Sin embargo, toca esperar el futuro, para tener datos más exactos acerca del rendimiento de humanos y máquinas en entornos colaborativos de trabajo.
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