A pesar de las numerosas pruebas, las promesas de los fabricantes de la industria automotriz y los notables avances de la tecnología, los coches autónomos parecían una utopía para muchos. Un auto capaz de conducirse solo, leer las señales de tráfico y reaccionar ante imprevistos sin necesitar de un humano se presentaban como un avance ligeramente menos futurista que los coches voladores. No obstante, ya se están viendo avances. Y el más reciente es Waymo, el taxi autónomo de Google.

Waymo es una filial de Alphabet, una de las compañías de Google. La empresa se dedica al desarrollo de coches autónomos desde hace algunos años. Y, finalmente, el pasado 8 de octubre, lanzó al público su línea de taxis autónomos en Phoenix, Estados Unidos.

Estos taxis ya se movilizaban por Phoenix. Pero solo estaban disponibles para un reducido número de usuarios bajo un contrato de confidencialidad. Sin embargo, tras numerosas pruebas, la compañía ha decidido abrir sus puertas al público por medio de Waymo One.

En algunos vídeos compartidos por la compañía presentan pequeños apartes de la experiencia. El vehículo se detiene justo delante del cliente, abre la puerta y le recuerda que «en este coche no hay nadie al frente». El auto advierte que no se debe tocar ni el volante ni los pedales y muestra en tiempo real la ruta que tomará.

Así son los viajes sin conductor

Waymo-2

Este 2020, Waymo ha realizado cerca del 5 % o 10 % de sus viajes sin conductor. Esto representa un paso importante en la madurez del servicio, tras iniciar sus pruebas en 2018. No obstante, todavía Waymo no es un vehículo 100 % autónomo. En estos momentos por cuestiones de seguridad es obligatorio que haya un operador humano dentro del vehículo en caso de imprevistos. Paulatinamente con las nuevas incorporaciones de vehículos a la flota se irá prescindiendo de este conductor de seguridad.

Los taxis de Waymo realizan trayectos en un radio de 80 km en el área metropolitana de Phoenix. Se guían por una serie de cámaras, radares y sensores; y gozan de un nivel 4 de conducción autónoma. Es decir, cuentan con un sistema de respaldo en caso de fallo del sistema principal.

Además del operador humano dentro del vehículo, se complementa con un equipo de trabajadores remoto que vigilan todo el recorrido. Ellos están listos para actuar cuando el auto se encuentre ante una situación frente a la que no sepa reaccionar. Aun así, el auto será conducido, principalmente, por sensores y cámaras. Las decisiones de conducción serán apoyadas por un software de inteligencia artificial.

Los taxis podrán usados con total libertad por los usuarios que ya hacen parte de Waymo One. Ellos podrán hacer viajes solos, con familia y amigos. Posteriormente, otras personas podrán empezar a usar el servicio.

Aunque Waymo espera que en el corto plazo el 100 % de sus vehículos sean autónomos, la decisión no depende de ellos. Esta implementación depende de las regulaciones de cada ciudad y se requiere una autorización por parte de los gobiernos. Solo con este apoyo, la compañía podrá tener una flota de taxis verdaderamente sin conductores.