En octubre de 2017, el Pan-STARRS de Hawái encontró un Objeto Volador No Identificado. El objeto despertó muchas dudas dentro de la comunidad científica, que no sabían a qué atribuirle su particular forma. El debate incluía teorías sobre si era algún tipo de cometa o la prueba de vida en el espacio. Por ello, los científicos lo nombraron Oumuamua que significa «mensajero que llega desde un pasado lejano».
Todos los datos conocidos sobre Oumuamua provienen de distintas observaciones realizadas cuando el trayecto de este llegó a su punto más cercano a la Tierra. Continuar con la investigación se volvió cada vez más complicado. Esto se debe a que el cuerpo celeste se alejaba cada vez más del sistema solar; por lo que era inalcanzable para cualquier telescopio.
Este 2021, ha salido a la luz una nueva explicación sobre su origen que cambiaría las ideas que se tienen respecto a este objeto. Esta teoría la plantearon dos astrofísicos de la Universidad Estatal de Arizona, Steven Desch y Alan Jackson. Ya ha ganado algunos adeptos; aunque hay otros que no están convencidos.
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El origen de Oumuamua
Oumuamua es el primer objeto interestelar conocido por el ser humano. Es un objeto celeste, con forma alargada y rojizo. Las primeras investigaciones sugerían que giraba y era impulsado por algo alejándose del Sol. Sin embargo, no tenía cola, como un cometa, ni tampoco emitía ondas de radio. ¿Qué era?
Una de las teorías más exóticas la planteó Abraham Loeb, científico de la Universidad de Harvard. Él afirmó que cuanto más se conoce sobre este cuerpo celeste, más extraño le parece a los expertos. A diferencia de otros cometas, Oumuamua gira, su proporción es de 5 a 1 y no tiene cola, algo nunca antes visto. Además, después de observarlo detalladamente, los astrónomos descubrieron que su movimiento está impulsado por algo más que la gravedad.
Abraham Loeb sugirió que el objeto era una prueba de vida extraterrestre. Planteó que había sido enviado por los aliens para contactarse con nosotros. La teoría asegura que el objeto interestelar forma parte de un equipo tecnológico mucho más avanzado.
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El argumento principal de esta teoría, según el astrónomo Abraham Loeb, es que nuestra propia civilización ya ha construido velas solares que operan de manera similar a Oumuamua. Esta tecnología podrá emplearse para el transporte de cargas y materiales entre distintos planetas y estrellas.
Otras teorías
Para responder a la pregunta «¿qué es Oumuamua?» se creó Breakthrough Starshot, equipo de investigación espacial financiado por personalidades como Stephen Hawking y Mark Zuckerberg. Tras analizar varios aspectos de Oumuamua, este equipo concluyó que lo más probable es que ninguna civilización extraterrestre esté involucrada en su existencia. Esto se debe a que no fue percibida ninguna señal de radio.
La investigación del grupo Breakthrough Starshot también señala que no se encontró ninguna evidencia de que haya agua, lo cual descarta otras teorías que planteaban que podría contener hielo debajo de la corteza visible.
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La nueva teoría de la Universidad de Arizona
Una investigación de la Universidad del Estado de Arizona, publicada en Journal of Geophysical Research: Planets, sugiere que Oumuamua tendría un origen distinto. En realidad, podría ser el resto de un planeta similar a Plutón de otro sistema solar. «Probablemente fue desgajado por un impacto hace unos 500 millones de años y expulsado de su sistema original», explicó Alan Jackson, uno de los investigadores de esta nueva investigación.
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Los investigadores concluyeron que su velocidad, más baja de lo esperado, sugiere que ha estado viajando por más de un billón de años. Tras descartar que fuera un cometa, dada sus características inusuales, empezaron a trabajar en una nueva hipótesis. Ellos plantearon la posibilidad de que Oumuamua estuviera formada de diferentes hielos. A partir de ahí, calcularon la velocidad a la que estos hielos se sublimarían al acercarse al Sol.
De esta forma, los científicos comenzaron a calcular el efecto cohete, la masa, forma y reflectividad de dichos hielos. Cabe aclarar que el efecto cohete sucede cuando el calor del Sol derrite el hielo de los cohetes. Es decir, el sólido se convierte en gas y esto genera aceleración, lo que explicaría la rápida velocidad a la que se alejaba del Sol. Steven Desch aseguró:
Fue un momento emocionante para nosotros. Nos dimos cuenta de que un trozo de hielo sería mucho más reflectante de lo que la gente suponía, lo que significaba que podría ser más pequeño. El mismo efecto de cohete le daría a ‘Oumuamua un empujón más grande, más grande de lo que suelen experimentar los cometas.
¿Qué concluyeron los científicos?
Los científicos encontraron la presencia de nitrógeno sólido, lo que encajó con las características del objeto. El cuerpo está cubierto por hielo de nitrógeno, como Plutón y Tritón. El equipo sugiere que los trozos de hielo de nitrógeno sólido podrían haber sido desprendidos de un planeta similar a Plutón y enviado a nuestro sistema solar. Jackson manifestó:
Probablemente fue derribado de la superficie por un impacto hace aproximadamente 500 millones de años y expulsado de su sistema principal.
Su composición de nitrógeno también justificaría su forma, similar a un pancake. Los científicos explican que: «A medida que las capas externas de hielo de nitrógeno se evaporaban, la forma del cuerpo se habría vuelto progresivamente más plana, al igual que lo hace una barra de jabón cuando las capas externas se borran con el uso».
A pesar de que todas las posibles teorías han sido aceptadas por la comunidad científica, ninguna de ellas puede comprobarse ni negarse de manera definitiva. Todo lo que se conoce hasta el momento —tanto las explicaciones naturales como la posibilidad de que existan civilizaciones extraterrestres— es mera especulación. Habrá que esperar a que aparezcan nuevos cuerpos extraños en el espacio para seguir investigando.
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