El espacio exterior sigue siendo un misterio, por eso, la humanidad está dispuesta a desvelar todos sus secretos e interrogantes. En ese sentido, la tecnología espacial ha dado grandes avances que permitirán lograr este objetivo. En este 2024 hemos dado un paso gigantesco, donde la tecnología tiene un papel protagónico; de hecho, muchos de estos avances amplían las fronteras de nuestro conocimiento y abren camino hacia un futuro más audaz y competitivo por saber quién hace los mejores descubrimientos espaciales.
Por supuesto, dentro de todo este crecimiento hemos visto el apogeo de algunas tendencias que marcarán las misiones y exploraciones que se realicen durante el 2024 y que se extenderán, probablemente, durante el futuro cercano. Es por ello que en este artículo te traemos toda la información. ¿Preparado? ¡Vamos a ello!
Tabla de contenidos
Principales tendencias en tecnología espacial
1. Auge de los nanosatélites
Los nanosatélites han cambiado el panorama en órbita, debido a que pueden mejorar potencialmente las comunicaciones y permitir que nuevas industrias accedan a los servicios satelitales. Vale recalcar que se considera un nanosatélite a aquellos satélites que poseen una masa de entre 1 kg y 10 kg. Actualmente, estos aparatos se están utilizando para la observación de la Tierra, las telecomunicaciones y la meteorología.
Sin embargo, su tamaño reducido y simplicidad los hacen mucho más económicos de construir y lanzar que los satélites tradicionales. Es por eso que se habla de un auge. De hecho, este año se ha podido ver un despliegue aún mayor de estas naves espaciales en miniatura al espacio.
Ejemplos de estos nanosatélites es el Flock-1, una constelación (en total son 28) de nanosatélites de Planet Labs, una empresa fundada en 2010 por Chris Boshuizen, Will Marshall and Robbie Schingler, que proporciona imágenes satelitales de alta resolución de la Tierra.
Desde el año 2013 se ha visto un incremento en el uso de esta tecnología espacial. De hecho, hasta esta fecha la mayoría de los nanosatélites eran desarrollados por centros de investigación. Ahora, en 2024, más de 70 países diferentes operan este tipo de dispositivos. Y, por supuesto, se espera que este número incremente, debido a que son cruciales para realizar experimentos en microgravedad y buscar exoplanetas e, incluso, pueden ser claves para habilitar el Internet de las Cosas (IoT) en el espacio.
2. Fabricación espacial avanzada
Este es un campo emergente y bastante ambicioso. Lo que busca es crear nuevos materiales, productos y estructuras que no pueden fabricarse en la Tierra. Sus principales defensores aseguran que una de las ventajas es que la microgravedad, el vacío y la ausencia de vibraciones pueden servir para este fin. De esta manera, ya se están creando impresoras 3D capaces de utilizar materiales lunares y espaciales.
Por supuesto, esto abre una nueva ventana, ya que podría ser fundamental para la construcción de infraestructura y hábitats permanentes que permitan, por ejemplo, colonizar Marte. Además, los viajes espaciales de larga distancia serán más factibles y autosuficientes, ya que los astronautas pueden imprimir cualquier material que necesiten al momento.
Sin embargo, aunque esta es una tendencia espacial, aún se encuentra en proceso de investigación y desarrollo para determinar qué materiales se pueden usar en el exterior y cuáles otros deben ser transportados desde la Tierra. Por ahora, se cree que los mejores candidatos son los cristales de proteínas y las obleas de semiconductores mejoradas.
3. Satélites de alta resolución
Otra de las tendencias en tecnología espacial es el uso de satélites de alta resolución. Esto hace que la captura de imágenes sea mucho más amplia desde la órbita, además de que permite tener una resolución mucho mayor, permitiendo observar detalles que antes pasarían desapercibidos. Por supuesto, esto ayudará a mejorar los sistemas de navegación, pero también a sectores como la agricultura, la gestión de desastres y el monitoreo ambiental.
4. Tráfico espacial
Cada día aumenta la basura espacial así como el número de misiones que se lanzan al espacio exterior, por ello, los expertos están trabajando en la gestión del tráfico espacial (STM, por sus siglas en inglés). La STM hace referencia a las actividades y sistemas necesarios para garantizar el uso seguro, eficiente y sostenible del espacio.
Ahora bien, una gestión eficiente de este tráfico permitiría evitar las colisiones. El increíble incremento de naves, satélites, nanosatélites, sondas, desechos, entre otros, eleva el riesgo de colisiones, que pueden resultar muy peligrosas, debido a que pueden interrumpir las operaciones espaciales y poner en riesgo la seguridad de los astronautas.
Ya hay algunas iniciativas que buscan, desde distintos ángulos, ayudar al tráfico espacial. Entre ellas se encuentran el Comando Espacial de los Estados Unidos, el Comité Interinstitucional del Espacio (ICSS) y la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA. Por supuesto, este es un tema en crecimiento, sin embargo, se estima que para que el STM sea un éxito y se desarrollen sensores y sistemas de seguimiento para rastrear con mayor precisión la ubicación y el movimiento de los objetos en órbita, lo cuales pueden ser monitoreados a través de herramientas de software más sofisticadas.
5. Propulsión espacial avanzada
El futuro de la exploración espacial también estará marcado por la propulsión espacial avanzada. Actualmente, se están investigando motores más potentes, como los motores de cohete alimentados por fusión nuclear (aprovechan la energía liberada por la fusión nuclear para generar un empuje limpio) y los motores de scramjet, que usan la combustión supersónica de aire para alcanzar velocidades hipersónicas, lo que facilita viajes rápidos dentro de la atmósfera terrestre.
Además, la propulsión por velas solares también forma parte de esta nueva oleada de tecnología espacial. Este tipo de propulsión emplea la radiación solar para impulsar una nave espacial. Por otro lado, la propulsión por efecto Hall utiliza campos eléctricos y magnéticos para acelerar iones, generando un empuje silencioso. La ventaja de la propulsión por efecto Hall es que permite el desarrollo de naves espaciales mucho más pequeñas y compactas.
6. Minería espacial
La minería espacial ocupa otro de los grandes puestos en 2024. Básicamente consiste en explotar los recursos naturales de otros cuerpos celestes. Los asteroides se perfilan como los candidatos ideales para ocupar este puesto; sin embargo, este no es el único objetivo, ya que también se cree que esta minería sería de utilidad para apoyar en la realización de futuros asentamientos en Marte. Y, por supuesto, existe la probabilidad de que la minería en el espacio de paso a la generación de nuevos recursos naturales, reduciendo los conflictos actuales por la explotación de recursos terrestres.
Misiones esperadas en 2024
1. Misión Odiseo
Una de las misiones espaciales importantes es la Misión Odiseo. Su objetivo es llevar instrumentos científicos de la NASA, que contribuirán a realizar nuevas investigaciones sobre la superficie lunar y, por supuesto, dará paso al desarrollo de nueva tecnología espacial. Pero también resulta innovadora, ya que se abre las puertas a la colaboración con la empresa privada.
En este caso, el cohete Falcon 9 de SpaceX lanzó el módulo lunar Odysseus (Odiseo), que aterrizó cerca del cráter Malapert A, superando uno de los principales riesgos a los que se enfrentaba esta misión: realizar todas las maniobras de descenso.
2. Misión Artemis II
Esta misión fundamental marcará el primer vuelo del Space Launch System (SLS) y la nave espacial Orion. Aun no se sabe con exactitud cuándo se realizará, pero si la NASA continúa con sus planes, se espera que sea en noviembre 2024. Y la Artemis III será puesta en marcha en 2025.
3. Misión JUICE de la ESA
En agosto de 2024 se espera que se lance la misión Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE), un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA). Su objetivo es permitir la primera asistencia gravitacional Tierra-Luna.
4. Dream Chaser
Esta nave es la muestra de tecnología espacial ya que su diseño permite que sea usada hasta un máximo de 15 veces antes de ser retirada. No es una misión propiamente, pero en este 2024 podemos esperar su vuelo inaugural. Este vehículo espacial Tenacity, diseñado para misiones reutilizables, utilizará el cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance y representa una nueva alternativa para la entrega de carga a la Estación Espacial Internacional (EEI) y el regreso de astronautas.
Palabras finales
La tecnología espacial tiene un futuro prometedor por delante. Y aunque es cierto que este impacto tardará algunos meses en verse materializado, ya se puede afirmar que contribuirá notablemente a la exploración espacial y al descubrimiento de nuevas posibilidades en órbita, teniendo un impacto positivo en varias áreas, pero especialmente en las telecomunicaciones.