Todas las grandes y no tan grandes ciudades del mundo compiten por obtener un calificativo: inteligente. Así, sería considerada «smart city», aquella ciudad que innova para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
En realidad, no hay una definición única para las ciudades inteligentes. Muchos consideran que abarca solo el concepto de lo digital; sin embargo, va un poco más allá. Es una ciudad que utiliza todo su potencial de innovación y recursos para promover un desarrollo más sostenible y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Te contamos todo lo que debes saber sobre este concepto.
Tabla de contenidos
¿Qué es una smart city?
Entre las definiciones de smart city, destaca la del Grupo de Interplataformas de Ciudades Inteligentes (GICI), que la define de manera concreta e integral:
Ciudad inteligente es aquella que mediante la incorporación de tecnologías, procesos y servicios innovadores garantiza su sostenibilidad energética, medioambiental, económica y social, para mejorar la calidad de vida de las personas y favorecer la actividad empresarial y laboral.
Según un estudio de Cities in Motion, el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades. Estas perspectivas obligan a planificar cómo darle cabida a millones de personas sin que esto afecte su calidad de vida. La solución a este problema se presenta como las smart city o ciudades inteligentes.
Una smart city detecta las necesidades de sus ciudadanos y reaccionan a ellas. Para ello, transforman las interacciones de los ciudadanos con el servicio público en conocimiento; con base a este conocimiento se planean las acciones y gestión. Para lograrlo, se requieren dos elementos importantes: la inteligencia de datos y el internet de las cosas. Así se brinda una mayor eficiencia y respuesta.
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Criterios y dimensiones
El transporte público y privado, el uso eficiente de los recursos, la protección civil y el tejido comercial son algunos de los sistemas que debe tener en cuenta este modelo. Según un estudio del IESE Business School, son nueves dimensiones fundamentales que pueden ayudar a la innovación de la ciudad. Estas dimensiones son:
- Capital humano
- Cohesión social
- Economía
- Gobernanza
- Medio ambiente
- Movilidad y transporte
- Planificación urbana
- Proyección internacional
- Tecnología
Cabe resaltar que en las smart cities existen diferentes modelos no excluyentes, según estos criterios (u otros más, dados por diferentes empresas y consultoras). No obstante, la mejor ciudad inteligente será la que reúna todas las categorías.
Características de las ciudades inteligentes
- Tecnológicas: Una smart city se encuentra hiperconectada. Se caracteriza por dar uso a tecnologías innovadoras para optimizar su funcionamiento.
- Inclusivas: Los ciudadanos participan en la planificación urbanística y territorial mediante diferentes mecanismos; muchos de ellos, virtuales.
- Digitales: En búsqueda de mayor eficiencia económica, la prestación de servicios para ciudadanos tiene lugar gracias a tecnologías informáticas conectadas entre sí en red.
- Sostenibles: La búsqueda de la sostenibilidad es un factor clave en una smart city. El objetivo es minimizar las emisiones de carbono, hacer uso de energías renovables y dar el mejor uso a las basuras. Este último punto, incluye hacer un correcto reciclaje.
- Infraestructuras desarrolladas: Es una de las características más importantes de una smart city. No es solo hablar de construcciones bonitas, sino que se adapten a los cambios ambientales de la ciudad, contribuyan al sistema energético y sean de fácil acceso. A la vez, es esencial que respondan a los requerimientos de los ciudadanos; es decir, suficientes escuelas, hospitales, parques y vías.
- Seguras: Garantizan la seguridad de todos los ciudadanos. Por ello, los edificios y calles incorporan cámaras de seguridad, sistemas de iluminación adecuados y verificación de identidad.
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Cómo funciona una smart city
¿Qué significa ser una ciudad inteligente? En términos generales, significa tener una infraestructura de información y comunicación que permita que los dispositivos inteligentes se conecten a una infraestructura inteligente para mejorar la calidad de vida y la productividad en las ciudades.
Resulta esencial incluir dentro de esto la relación entre las personas y el modelo de ciudad. Es decir, que la tecnología es una herramienta que mejorará la vida de los ciudadanos. No obstante, cualquier medida debe incluir a los ciudadanos. La participación ciudadana es vital para usar y fomentar las alternativas y, así, conseguir los objetivos previstos.
Las ciudades inteligentes no son solo objeto de países del primer mundo. Las urbes pueden aplicar diferentes enfoques para aprovechar la tecnología y mejorar la vida de sus habitantes. Así, se aprovecha la infraestructura de las TIC para solucionar los problemas que pueden enfrentar las ciudades. Mencionamos algunos enfoques.
Transporte
El uso del transporte privado, en autos de combustible fósil es uno de los elementos a reducir en las ciudades inteligentes. El transporte urbano es uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero en gran parte de las ciudades. Ello implica una necesidad por utilizar medios de transporte limpios y cambiar los sistemas de transporte, así como promover una movilidad integrada y eficiente.
El uso de combustibles menos contaminantes, como el gas natural o la electricidad; el impulso a transportes más sostenibles, como la bicicleta o el transporte público; y la capacidad de conectar autos a una infraestructura inteligente son algunas de las líneas de trabajo que se han manejado. La aplicación eficiente de estas ayudaría a cambiar la forma en que se diseñan y distribuyen las ciudades.
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Planificación urbana
Planificar el desarrollo urbano pensando en su evolución a lo largo del tiempo. Incluye la construcción de edificios sostenibles, la instalación de sensores para controlar el uso de recursos y monitorear la calidad del aire. Esta planificación tiene que generar consenso entre los diferentes grupos sociales de la ciudad.
Energía
Emplear la inteligencia y los datos para redirigir la energía según la demanda y monitorearla contribuiría a una gestión eficiente para conservarla mejor. También se habla de contadores digitales que permiten tener información del consumo de los usuarios, para que ellos puedan gestionarla y facilitar el ahorro.
No se puede dejar de mencionar las nuevas fuentes de energía, como energías renovables y los edificios autosostenibles. Estos últimos le apostarían a la autosuficiencia energética y ayudarían a una generación renovable.
Seguridad
Existen soluciones de alta tecnología para que las ciudades sean más seguras. Por ejemplo, aplicaciones que permiten a los ciudadanos facilitar los procesos. Algunas permiten reportar problemas menores, para que sean solucionados por las autoridades; otras permitirán identificar baches en las calles o pagar multas desde el celular.
Además, en ellas se implementan cámaras de seguridad en calles y edificios y sistemas de iluminación adecuados.
Desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible se basa en satisfacer las necesidades de la ciudad sin comprometer los actuales ni futuros recursos. Destaca el uso de energías renovables, que ayudan a reducir costos y emisiones de gases contaminantes. También se encuentra el impulso a la movilidad sostenible, el cuidado en el uso del agua y fomento al reciclaje.
Uso del big data
Las ciudades han instalado infraestructuras de comunicación que permiten recolectar datos de sus habitantes. El acceso y gestión de estos datos puede ayudar a producir una mejor toma de decisiones. Y, así, responder a las necesidades de los ciudadanos.
Con base al big data, se realiza la planeación, previsiones y acciones para el funcionamiento de las ciudades inteligentes. El objetivo de estos datos, que incluyen a todos los actores de la metrópoli, es mejorar la eficiencia de algunos servicios.
Internet de las cosas
Gracias al IoT, objetos, edificios, sistemas y personas pueden interactuar entre sí e intercambiar datos. De esta forma, se puede gestionar a distancia diferentes aspectos de la ciudad, como el tráfico.
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Economía colaborativa
Debe incorporar la mejor gestión posible de la economía. Las ciudades inteligentes promueven una economía colaborativa; además de estrategias para lograr financiación alternativa. Asimismo, aprovecha las tecnologías para reducir costos.
Ventajas y desventajas de las ciudades inteligentes
Ventajas de una smart city
- Contribuye a la mejora del medio ambiente gracias a la mejor gestión de la energía, uso del agua y reciclaje, junto a la reducción de emisiones de carbono.
- Mejora la transparencia de la gestión de las administraciones. En este mismo sentido, facilita la integración de sus procesos para mejor toma de decisiones.
- Optimiza la asignación de recursos y ayudan a reducir gastos innecesarios.
- Permite una mayor participación de la sociedad civil por medio de herramientas tecnológicas. Así, se pueden identificar sus problemas y mejoras con más facilidad.
- Generan más comodidad para sus habitantes al optimizar la gestión de agua, aumentar la seguridad, tener zonas más verdes, entre otros.
- Mejora el servicio de transporte. Al estar conectado, desarrollan la eficiencia en toda la ciudad.
Desventajas de una smart city
- Se requiere de una alta inversión por parte de los gobiernos en tecnología y continuación de los programas para implementarlo.
- Reducción de la intimidad, pues se requiere conocer todos los hábitos de los consumidores. El uso de cámaras de seguridad y sistemas inteligentes hace más difícil mantener el anonimato.
- Mayores brechas tecnológicas y sociales entre ciudades y zonas rurales.
- Encarecimiento de los inmuebles, porque requerirán mayores inversiones en su construcción.
- Riesgos en el manejo de datos. Ningún país está exento de gobernantes o políticos que busquen controlar los datos de los ciudadanos a su favor o para controlar o perjudicar a sus oponentes.
- Mayor uso de energías. Al requerir una ciudad conectada, se aumentará el uso energético.
¿Cuáles son las ciudades más inteligentes del mundo?
IESE realiza todos los años un informe llamado IESE Cities in Motion. Este es uno de los informes más reconocidos para conocer cuáles son las ciudades más avanzadas. El informe considera 79 indicadores para comparar 180 ciudades.
Además, para evaluar el nivel de inteligencia, considera 10 dimensiones: gobernanza, planificación urbana, gestión pública, tecnología, medio ambiente, proyección internacional, cohesión social, movilidad y transporte, capital humano y economía.
A continuación presentamos las ciudades más inteligentes del mundo según los resultados del Indice IESE Cities in Motion 2019. Al lado de cada ciudad se pone su desempeño: alto (A) si tienen un índice superior a 90 y relativamente alto (RA) si se halla entre 60 y 90.
- Londres, Reino Unido (A)
- Nueva York, Estados Unidos (A)
- Ámsterdam, Países Bajos (RA)
- París, Francia (RA)
- Reikiavik, Islandia (RA)
- Tokio, Japón (RA)
- Singapur, Singapur (RA)
- Copenhague, Dinamarca (RA)
- Berlín, Alemania (RA)
- Viena, Austria (RA)
Londres, la ciudad más inteligente del mundo
De acuerdo con IESE, Londres es la ciudad más inteligente del mundo. Los motivos de esta elección abordan diferentes aspectos.
Para comenzar, la capital británica alberga más startups y programadores que otra urbe del mundo. Asimismo, cuenta con una plataforma de datos abiertos que utilizan 50 mil ciudadanos y compañías al mes. También ha realizado innovaciones en transporte público, que incluyen la incorporación de 10 nuevas líneas de tren.
La urbe «obtiene el primer puesto en capital humano y proyección internacional, y se encuentra dentro de las diez primeras posiciones en las dimensiones de movilidad y transporte, gobernanza, tecnología y planificación urbana. Su peor desempeño se ve reflejado en la dimensión de cohesión social (45)», establece el informe.
Las ciudades más inteligentes por región
Europa
También es interesante mencionar las cinco ciudades más inteligentes por regiones. En Europa Occidental, el top 5 lo encabezan Londres, Reino Unido; Ámsterdam, Países Bajos; París, Francia; Reikiavik, Islandia; y Copenhague, Dinamarca. Todas estas ciudades se encuentran dentro de los primeros puestos del ranking general.
En Europa Oriental, la posición la encabezan Praga, República Checa; Tallin, Estonia; Varsovia, Polonia; Bratislava, Eslovaquia; y Budapest, Hungría. Este ranking lo ha liderado Praga durante los últimos años, y en el general se encuentra en la posición 47, con índice RA.
América
En América Latina, Santiago de Chile, Chile ocupa la posición como la ciudad más inteligente de la región. Le siguen Buenos Aires, Argentina; Montevideo, Uruguay; San José, Costa Rica; y Ciudad de Panamá, Panamá. La mayoría de ciudades latinoamericanas se sitúan en posiciones inferiores a 100 en el ranking general, a excepción de Santiago de Chile (66), Buenos Aires (77) y Montevideo (92).
En América del Norte, las cinco ciudades más inteligentes son: Nueva York, Estados Unidos; Los Ángeles, Estados Unidos; Chicago, Estados Unidos; Toronto, Canadá; y San Francisco, Estados Unidos.
Asia
En Asia Pacífico el ranking se configura así: Tokio, Japón; Singapur, Singapur; Hong Kong, China; Seúl, Corea del Sur; Taipei, Taiwan. Asimismo, así se encuentra el top 5 de Oriente Medio: Tel Aviv, Israel; Dubái, Emiratos Árabes Unidos; Jerusalén, Israel; Doha, Catar; Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. Cabe destacar que Tel Aviv se encuentra en la posición 81 dentro del ranking general.
África
En África, todas las ciudades entre sus cinco mejores se encuentran por debajo de la posición 150 del ranking general. Es decir, que están en los puestos más bajos en el mundo. Las cinco ciudades más inteligentes son: Casablanca, Marruecos; Túnez, Túnez; Ciudad del Cabo, Sudáfrica; Nairobi, Kenia; El Cairo, Egipto.
Oceanía
Finalmente, en Oceanía se destacan solo tres ciudades. Lidera Sidney, Australia; seguida por Melbourne, Australia; y la última posición es para Wellington, Nueva Zelanda. Cabe destacar que Wellington se ubica en la posición 26 del ranking regional.
Palabras finales
Una smart city aprovecha todos los recursos que tiene para facilitar y mejorar la vida de sus ciudadanos. Este tipo de ciudades no son el futuro; de hecho, es nuestro hoy. Si bien todavía queda trabajo por hacer, ya son muchas las ciudades que le han apostado a ser inteligentes y que dan pasos agigantados para lograrlo.
Al igual que muchas iniciativas, este concepto apuesta por un desarrollo más sostenible con el planeta y una participación ciudadana. Solo queda esperar que regiones históricamente desiguales puedan también empezar a implementarlo para que logren generar una mejor calidad de vida.