¿Qué pasaría si te dijeran que podría existir un Titanic volador, o más bien, un Flytanic? ¿Te gustaría vivir la experiencia de alojarte en un crucero en el cielo? Aunque parezca increíble, teniendo en cuenta que la industria aeronáutica propende por aviones cada vez más pequeños, estamos muy cerca de que esta experiencia se convierta en realidad. En un video difundido por Hashem Al-Ghaili, productor de videos, se presenta el novedoso concepto de Sky Cruise, un hotel aéreo que te va a sorprender.
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¿Qué promete el novedoso prototipo de Sky Cruise?
Aunque, efectivamente, el Sky Cruise es todavía un concepto bastante entusiasta, el vídeo recoge detalles muy interesantes y atractivos para los posibles turistas. En primer lugar, este se consolidaría como el hotel en el cielo más grande del mundo. Tendrá la capacidad de albergar hasta 5000 pasajeros, más la tripulación que se requiere en el manejo de un hotel cinco estrellas.
Sin duda, dentro de las principales atracciones del Sky Cruise se encuentra su diseño. La aeronave contaría con una cúpula de cristal enorme, ubicada en el centro de la zona de fuselaje de la nave. Este espacio se complementará con una zona totalmente panorámica e iluminada, ubicada en el estabilizador de la cola. Los huéspedes contarán con hermosas zonas comunes, como restaurantes, gimnasios, teatros, hospital, piscinas y salas de cine, todo con la mejor vista de todas.
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El Sky Cruise es también un hotel de energía nuclear
Pero las maravillas del Sky Cruise no se limitan al diseño. Su sistema de propulsión es bastante futurista. Según lo revelado, el crucero aéreo contaría con 20 motores de propulsión nuclear, con potencia y energía ilimitada. Esto le permitiría mantenerse navegando en el cielo y con alta autonomía. Dicha autonomía solo dependería de los procesos de mantenimiento de la aeronave.
Aun así, vale la pena recalcar que los reactores nucleares de fusión son una tecnología que por el momento no está disponible. De hecho, Al-Ghaili afirma que:
Se espera que los pequeños reactores nucleares que pueden impulsar aviones estén listos para la década de 2030. El Reino Unido está trabajando en un reactor nuclear modular pequeño (SMR) que se espera que se una a la red en 2029, y EE. UU. está invirtiendo fuertemente en la investigación de fusión nuclear comercial. Con solo unos pocos ajustes en el diseño, la fusión nuclear y la aerodinámica adecuada, el Sky Cruise algún día podría despegar y llevar a miles de pasajeros por encima de las nubes.
A pesar de ser una idea prometedora, la espera por estos reactores puede retrasar un tiempo considerable el proyecto.
En este proyecto tan novedoso, la inteligencia artificial (IA) no podría faltar. Será la protagonista en el sistema de navegación. De acuerdo con lo revelado, el sistema de inteligencia artificial del Sky Cruise permitirá predecir vibraciones, turbulencias y otras posibles complicaciones propias del vuelo. Esto hará que los pasajeros sientan los movimientos lo menos posible, aumentando su comodidad y sensación de seguridad durante el viaje.
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¿Cuáles han sido las reacciones principales frente a este proyecto?
Aunque la emoción no deja de ser la protagonista, ha habido ciertas reacciones críticas al respecto. Estas tienen que ver, especialmente, con los costos que implicaría llevarlo a cabo. Debido a las altas tecnologías que tendría que manejar, los costos de mantenimiento y de acceso aumentarían considerablemente frente a otras opciones y experiencias de hospedaje. Para muchos, esto llevaría a que la oportunidad sea solo para unos pocos, para aquellos que puedan pagar el elevado costo de los pasajes o tiquetes, como ocurre actualmente con el turismo espacial.
El aumento de costos también estaría relacionado con la necesidad de transportar a los pasajeros en aviones u otras aeronaves que aterrizarían dentro del Sky Cruise. Esto supone un recorrido adicional que, claramente, se refleja monetariamente.
No obstante, las posibilidades que supondría esta experiencia en términos de comodidad, lujo y tranquilidad son, al igual que su energía, ilimitadas. Queda esperar la evolución tecnológica y el compromiso con el proyecto para que se transforme en realidad.