La evolución es inherente a la vida en cualquiera de sus formas. Para los humanos, este proceso ha sido más evidente que para otros. De la Edad de Piedra a la era de las tecnologías, la humanidad ha transformado sus comportamientos, su manera de vivir y pensar. Ahora ha llegado una nueva corriente que apuesta por llevar esta evolución mucho más allá: el posthumanismo.

El posthumanismo es un movimiento que responde a los cambios de pensamiento del último siglo y a la revolución tecnológica. Su apuesta es por un nuevo concepto de la vida que va más allá del expuesto por el transhumanismo. Conoce en qué consiste.

Tabla de contenidos

¿Qué es el posthumanismo?

Posthumanismo qué es

El posthumanismo se define como una corriente de pensamiento que aspira a la superación del humanismo. De esta forma, busca abrir espacios para discutir y cuestionar el concepto de «ser humano» bajo los contextos históricos y culturales actuales.

Aquí es conveniente hacer una pausa. Existen múltiples líneas de pensamiento y versiones sobre el posthumanismo. Coexisten discursos que se complementan y otros que parecen oponerse. Esto se debe a que es un movimiento en construcción. Por ello, sus fundamentos no se han definido en su totalidad.

Orígenes del posthumanismo

Tras la Primera y Segunda Guerra Mundial, el mundo se transformó. Y no solo se debió a la necesidad de reconstrucción y a los cambios políticos y socioeconómicos. Se hizo evidente que la percepción que los humanos tenían de sí mismos resultaba errada.

Hasta la guerra, el ideal del humanismo ilustrado era la mentalidad que regía en la sociedad. Según esta idea, el ser humano dirige sus acciones bajo los preceptos de la razón, y es la razón y el conocimiento lo que les da poder a las personas. Es decir, solo a través del conocimiento se podía reprimir la parte animal del hombre.

La guerra demostró, para muchos, que esta línea de pensamiento no había cumplido su cometido. De esta forma, la necesidad de un cambio se hizo patente: no basta con que el ser humano reprima su animalidad, sino que tiene que superar una serie de carencias físicas. Es decir, se debe evolucionar para que la vulnerabilidad humana sea superada.

Al evidenciarse que la educación no lograba satisfacer las necesidades de la sociedad y que no todos tenían acceso, la renovación llegó de la mano de la tecnología. Inicialmente, la tecnología comenzó a facilitar la vida de las personas y optimizar tiempo. Poco a poco comenzó a prometer mayor eficiencia, no solo en el trabajo, sino en todo el entorno. Asimismo, comenzó a formar parte de los seres humanos.

Objetivos del posthumanismo transhumanista

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Desde la perspectiva transhumanista, el posthumanismo se entiende como el empuje de los límites de la naturaleza para llevarla más allá de los términos biológicos. Dentro de esto, el posthumanismo es la etapa final del transhumanismo y no implica el fin del ser humano, sino un desplazamiento.

En palabras de Espinosa en su artículo «El desafío del posthumanismo»:

No se trata únicamente de explotar y dominar, sino de adueñarse de los resortes últimos de cuanto existe -incluida la vida- y utilizarlos, hasta el punto de que se habla ya de una nueva era planetaria, el antropoceno. Más allá del llamado postmodernismo o del pensamiento postmetafísico, hay que referirse casi a lo postnatural, en el claro supuesto de que no hay sustrato alguno que permanezca invulnerable.

Cabe resaltar que de diferentes corrientes es el transhumanismo el movimiento internacional más significativo para promover los avances científicos que permitirían expandir las capacidades para lograr la trascendencia posthumanista.

Para este posthumanismo, se rechaza la idea esencialista del ser humano, y las diferentes vulnerabilidades del hombre deben quedar atrás. Entre ellas se encuentra el enfermarse, comer, reproducirse y morir, pero también se puede hablar de otros elementos como las creencias, la estructura física o los sentimientos. Para sus adeptos, esto crearía un nuevo hombre que se rodeará en una realidad cibernética.

Existen dos líneas principales para alcanzar la condición final de posthumano. Por un lado, el ser humano se integrará de manera más profunda con la tecnología hasta el punto de, como mantiene Raymond Kurzweil, pasar la mente a un ordenador. Así, de cierta forma se podría alcanzar la inmortalidad.

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Por el otro lado, se habla de mejoras genéticas, que permitirán generar un organismo posthumano, con características nuevas, un alargamiento indefinido de la vida y sin algunos límites biológicos.

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Fundamentos del posthumanismo

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Peter Sloterdijk es un filósofo alemán que utilizó el término posthumanismo para dar por finalizada la era del humanismo. Entre otras cosas, es famoso por una polémica que sostuvo con Jürgen Habermas y que quedó reflejada en los planteamientos de su libro Normas para el parque humano. Los fundamentos del posthumanismo mencionados a continuación provienen, en su mayoría, del planteamiento de Sloterdijk.

Para comenzar, para Sloterdjick la cultura humanista ha fracasado y el potencial barbárico del hombre crece cada día. Por ello, otros caminos, como las tecnologías de la información o la biotecnología podrían ser la respuesta. Expresó el filósofo que:

La coexistencia humana se ha instaurado sobre fundamentos nuevos. Estos son —como se puede mostrar sin dificultad— decididamente postliterarios, postepistolográficos y en consecuencia posthumanísticos.

Para el hombre posthumano, la razón no le es exclusiva, sino que puede ser copiada y reproducida fuera de su cuerpo, gracias a la cibernética. Es decir, la razón puede existir fuera del cuerpo humano e incluso ser superada. Además, es posible generar una descorporeización del hombre.

Asimismo, en la condición posthumana, el entorno deja de ser natural para ser modificado por las biotecnologías. Las fronteras entre lo natural y lo artificial se desvanecen. Así, los cuerpos, los alimentos y otros elementos pueden ser manipulados genéticamente o por medio de tecnologías como la inteligencia artificial. De igual forma, se crearían sociedades informatizadas, donde los límites de las antiguas disciplinas se desvanezcan y se desarrollen nuevas relaciones con el entorno.

Robert Pepperell, autor de The posthuman condition, asegura que no se trata del fin del ser humano, sino de un universo centrado en él. Es decir, en la creencia de la infalibilidad del poder humano y de nuestra superioridad.

Corrientes del posthumanismo

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La escritora y crítica postmoderna N. Katherine Hayles escribió sobre la lucha entre diferentes versiones del posthumano, ya que continuamente coevoluciona junto con máquinas inteligentes. Según afirma, esta coevolución permite extender su comprensión subjetiva más allá de los límites de la existencia encarnada. Es decir, el posthumanismo se caracteriza por una pérdida de subjetividad basada en los límites corporales.

Específicamente, Hayles expresó que en la visión posthumana «no hay diferencias esenciales o demarcaciones absolutas entre la existencia corporal y la simulación por computadora». Sin embargo, rechazó cualquier forma de inmortalidad por la preservación de la mente con la tecnología.

En general, el posthumanismo intenta redefinir las estructuras sociales sin orígenes totalmente biológicos, donde la conciencia y la comunicación podrían existir como entidades únicas incorpóreas.

Por su parte, Pramod Nayar, autor de Posthumanism, asegura que esta corriente tiene dos ramas: la ontológica y la crítica. El posthumanismo ontológico es el que se relaciona con el transhumanismo y considera que la tecnología es una ayuda integral de la progresión humana. Para el autor es «una intensificación del humanismo».

Por su parte, el posthumanismo crítico se opone a esta postura. Esta corriente rechaza el excepcionalismo humano y su instrumentalismo. Es decir, se opone a la idea de que los humanos son criaturas únicas con derecho a controlar el mundo natural.

Quedan muchas líneas y posturas por mencionar, pero las anteriores resumen cómo se ha ido constituyendo y debatiendo esta corriente.

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Ventajas y desventajas del posthumanismo

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Argumentos a favor del posthumanismo

En favor del posthumanismo transhumanista, destaca como argumento el aumento de las capacidades humanas. El primer objetivo de esta corriente es mejorar las capacidades humanas mediante la tecnología. La expectativa es que los avances en este ámbito crezcan tanto que las fronteras se desvanezcan. Así, mediante una simbiosis entre lo humano y lo tecnológico, se cree una mejor humanidad, o sociedad.

Asimismo, se habla de la eliminación del sufrimiento. Para el filósofo David Pierce, eliminar el sufrimiento sería el detonador de una nueva etapa de la evolución humana. Esto sería posible con el apoyo de la medicina genética.

Por supuesto, todo esto va de la mano de repensar en qué consiste la condición humana, cuál es su esencia, qué es evolución y el concepto de todo lo que nos rodea. Aunque este concepto ya se está avanzando, es susceptible a que surjan nuevas perspectivas constantemente.

Finalmente, se habla de superar todas las limitaciones humanas y evolucionar al punto de olvidarnos de los límites impuestos por la naturaleza biológica. De esta forma, también se apuesta por conseguir el mejor mundo posible.

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Argumentos en contra del posthumanismo

Para comenzar, al hablar de posthumanismo transhumanista, se debe mencionar el rigor científico. En realidad, no hay ningún fundamento científico que sustente la teoría de una simbiosis entre los humanos y la tecnología. Aun cuando se habla de prótesis en el cuerpo y otros, no parece factible alargar la vida indefinidamente gracias a ella.

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El posthumanismo es una condición que pueden alcanzar, en un principio, las personas con los recursos económicos suficientes para pagarlo. Y aunque sus defensores hablan de que llegaría a todo el mundo, no parece una posibilidad real.

A 51 años de la invención del internet, todavía el 45 % de la población del mundo no tiene acceso. Bajo este contexto, ¿qué pasará con el resto de la sociedad?, ¿cómo se garantiza que todos puedan ser posthumanos? Y si no todos pueden serlo, ¿cómo se evitará que unos se crean superiores, o se sientan amenazados por los otros y eso concluya en violencia?

Asimismo, se vuelve necesario hablar de criterio: ¿quién decide cuáles son los criterios que definen a los posthumanos?, ¿cómo se garantiza que esto realmente represente una mejor vida para ellos?

Además, cabe evaluar cómo se traducirá esto en la calidad de vida. Es cierto que se habla de optimizar cada ámbito en el que los humanos nos desenvolvemos. Sin embargo, ¿cómo afectará esto las relaciones humanas?, ¿se habla de prescindir de ellas? ¿Y qué pasará con el concepto de dignidad humana?

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Palabras finales

El posthumanismo despierta tantas expectativas como preguntas. Son muchos los aspectos que se deben resolver para que este ideal pueda prosperar. No obstante, esto no pertenece solo a una ilusión. Los avances científicos crecen cada día más y esto, de una manera u otra, nos acerca a este ideal.

Con los avances en la genética, los estudios del cerebro, la inteligencia artificial, la medicina y más, parece que el posthumanismo no solo pertenece a la ciencia ficción. Por esto, resulta esencial que se mantenga el debate frente a sus alcances, límites y maneras de lograrlo. Solo así, en el caso de que se logre, se podrá garantizar su éxito.

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