A finales de 2020, las redes 5G todavía son objeto de debate, dudas, mitos y miedos. Su implementación avanza en muchos países del mundo, pero hay otros en los que su desarrollo es más lento. Aun así, su despliegue continúa en proceso, y esto implica que el estándar 4G LTE seguirá dominando durante algunos años más. Y aunque el 5G parece ser lo último en cuanto a redes móviles se refiere, lo cierto es que no lo es. Las redes 6G ya comienzan a mirar al futuro y a ser objetos de estudio por parte de los investigadores.
¿Por qué hablar de redes 6G cuando todavía no terminan de llegar las 5G? Porque el avance y la tecnología no se detienen. Su evolución es acelerada e imparable. Y si el 5G llegan a cambiar la manera en que el mundo se conecta, el 6G representará un salto aún más increíble en velocidad y conectividad. ¿En qué consiste? ¿Qué velocidad tendrá? ¿Cuándo llegará? En Futuro Eléctrico te respondemos estas y más preguntas.
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¿Qué es el 6G y qué velocidad tendrá?
Las redes 6G serán la sexta generación de las redes móviles. Para comprender su importancia, es necesario saber cómo han evolucionado las redes móviles en las últimas décadas. El 4G llegó para aportarle nuevas velocidades al internet móvil. Su velocidad es de 200 Mb/s y en el caso del 4G+ es de 1200 Mb/s. Por su parte, el 5G promete una tasa de datos de hasta 10 Gb/s (1000 Mb/s), latencia de 1 milisegundo y conectar hasta 100 dispositivos por unidad de área.
El 6G promete traer una velocidad de descarga de 1000 Gb/s; es decir 1 TB por segundo de descarga. La latencia sería de menos de 100 microsegundos, hasta 50 veces menos que las 5G. Asimismo, se dice que podría cubrir la comunicación bajo el agua. Sus grandes velocidades podrían revolucionar el uso de los dispositivos inteligentes, impulsar el desarrollo de ciudades inteligentes, coches autónomos y promover nuevos espacios digitales.
Sin embargo, su gran innovación reside en la inteligencia artificial. Esta tecnología será clave en el desarrollo de las redes móviles, ya que permitirá que los sistemas inteligentes resuelvan nuevos problemas, lo que aumentaría su eficiencia. Por ejemplo, facilitará que los coches autónomos se alimenten constantemente de datos, tanto de su posición como de vehículos cercanos. Se convertirían en vehículos con información consistente y ultrarrápida que favorezca su completa implementación.
Samsung presentó el informe técnico «The Next Hyper-Connected Experience for All», donde asegura que el 6G nos dará un mundo conectado con distintas realidades: la aumentada, la virtual y la mixta. Asimismo, habla de que los teléfonos móviles podrían mostrar hologramas reales con volumen. Para lograr este tipo de transmisiones, se necesitarían varios terabits por segundo.
Principales problemas del 6G
Son tres las principales inquietudes que surgen al hablar de las redes 6G. Para comenzar, se debe resolver un problema técnico: ¿con qué materiales se realizarán estas conexiones? Los materiales actuales solo permiten transmitir por debajo de los terahercios. Por ejemplo, el 5G utiliza frecuencias entre los 3,4 y 3,8 GHz y los 24 y 27,5 GHz.
Teniendo en cuenta que el espectro de banda se encuentra saturado, se requieren nuevos materiales que permitan aumentar el espectro y, también, que liberen la capacidad de transportar mayores cantidades de datos con menor latencia.
Otro de los problemas que surgen con el 6G se relaciona con el consumo de energía. Una vez el 5G se haga realidad, viviremos en un mundo donde gran parte de los objetos estén conectados entre sí. La llegada de la siguiente generación de redes solo seguirá fortaleciendo e incrementando ese proceso. ¿Qué significa esto en términos de energía? Si todos los objetos recopilan, analizan y transmiten datos constantemente, se genera un mayor consumo de energía en cada uno de ellos.
Esto implica un incremento constante del consumo energético en todo el mundo, que solo apunta a seguir creciendo con la automatización y llegada de la IA. ¿Y de dónde proviene toda esa energía que se consumirá? Esa es la verdadera pregunta a responder. Si las fuentes son de energías no renovables ni verdes, el impacto ambiental será inconmensurable.
Finalmente, se debe hablar de seguridad. En las redes 5G se han evidenciado algunas fallas de seguridad que permiten que los atacantes cibernéticos espíen e intercepten las frecuencias. Estos problemas del 5G hablan sobre los futuros inconvenientes del 6G. Garantizar la seguridad de los datos de los usuarios debe ser una prioridad ante la implementación del sistema.
¿Cuándo llegará el 6G?
En realidad, el 6G está todavía en la etapa de investigación; esto quiere decir que solo está en sus primeras fases. Antes de que vea la luz o comience su implementación tendrán que pasar varios años. Esto también implica que tendrá que pasar un tiempo para que continúe la implementación de la red 5G y las empresas de comunicaciones recuperen las inversiones realizadas.
Los investigadores han establecido como fecha estimada el año 2030. Sin embargo, esto varía según los países. Samsung ha asegurado que espera que la finalización del estándar de sexta generación y su fecha de comercialización puedan ser para 2028. No obstante, la implementación masiva tomaría una década.
Por su parte, China y Corea del Sur estiman que entre 2028 y 2030 esté listo el 6G, con un margen de dos a cuatro años para las pruebas piloto. En España se estima que esté instaurado entre 2030 y 2035.
Países que están trabajando en la red 6G
En todo el mundo, son varios los países que se han subido en la carrera de investigar e implementar las redes 6G. Uno de estos países es Estados Unidos, que bajo la administración de Donald Trump comenzó a trabajar en esta tecnología.
La Federal Communications Commision de Estados Unidos anunció su intención de lanzar un programa de desarrollo para la nueva generación de redes. Trump había expresado con anterioridad su deseo de convertir al país en un líder del mercado de conectividad. Esto ganó cierta importancia debido a las tensiones internacionales con otras potencias, como China.
Por su parte, el gigante asiático también está apostando por la investigación de las redes 6G. Su Xin, jefe del grupo de trabajo sobre la tecnología 5G en el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, afirmó que China ha estado investigando sobre el 6G desde 2018 en colaboración con Huawei.
Desde hace algunos años, China se ha propuesto estar a la vanguardia en el planeta en cuanto tecnologías y transformaciones digitales se refieren. Según Deloitte, China ha gastado más que Estados Unidos en infraestructuras inalámbricas desde 2015, cerca de USD 24 000 millones.
Corea del Sur también ha sido muy clara frente a su interés por las redes 6G. De la mano de Samsung y LG se han puesto en marcha proyectos para estudiar estas redes de manera local. Además, SK Telecom, Nokia y Ericsson están colaborando con el proyecto.
De igual forma, Japón comunicó en enero 2020 que busca liderar los esfuerzos por estandarizar y estudiar los desafíos de esta tecnología.
Finlandia a la cabeza
Para muchos puede ser una sorpresa, pero es Finlandia quien está liderando esta carrera. Cabe recordar que esta es la casa de Nokia, que tiene el mayor número de patentes de 5G después de Huawei. El país lanzó el proyecto 6Genesis en 2018. Es dirigido por la Universidad de Oulu y ha recaudado 251 millones de euros con el objetivo de patentar materiales para alcanzar frecuencias de terahercios.
Asimismo, en la página web oficial explican que en 2020 se consideró involucrar la investigación en ciberseguridad frente a estas redes. Recientemente, se anunció que el primer espacio experimental del mundo para la investigación de redes 6G se construiría en Finlandia.
Palabras finales
Si bien es cierto que queda mucho por andar, los estándares 6G pueden cambiar de manera considerable nuestra relación con el entorno y toda la vida como la conocemos. Es muy pronto para saber cuáles serán sus verdaderos impactos. Primero tenemos que acostumbrarnos y ver los efectos y aplicaciones de las redes 5G. Sin embargo, podemos decir desde ya que nos acercamos a un mundo donde la inteligencia artificial impulsará las redes de comunicación.