De la condición humana hay una premisa clave: somos el resultado de un proceso evolutivo que aún no termina. A lo largo de los siglos, dicho proceso ha representado grandes cambios para la especie humana. Estos cambios la han conducido hacia lo que hoy en día es: organismos imperfectos conocidos como Homo sapiens. Aún así, esta no es la última etapa del proceso —a pesar de lo que algunos científicos piensan—.

El ser humano evoluciona constantemente y lo seguirá haciendo hasta donde sea posible; más aún si lo hace de la mano con la tecnología. Lo anterior resalta una pregunta clave: ¿cómo serán los humanos del futuro? En este artículo de Futuro Eléctrico te ayudamos a descubrirlo.

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De la naturaleza a las manos del hombre: la interferencia en la evolución

humanos del futuro

Según un análisis publicado en la revista Realidad por Carlos Beorlegui y algunos otros estudios sobre la evolución humana, es claro que esta no se ha detenido. Por el contrario, solo ha cambiado de rumbo y el ser humano ha empezado a tener control sobre ella.

Lo anterior significa que las bases del planteamiento sobre cómo evolucionará el ser humano se fundamentan en la capacidad adquirida por la especie para interferir en su desarrollo. Con el paso del tiempo, la especie humana ha alcanzado una comprensión mucho mayor de las leyes de la biología. De esta manera, se permite a sí misma superar la evolución. Esto a través de la creación de un mundo artificial que cure enfermedades o modifique estructuras genéticas. De la mano con otros procedimientos que alarguen la vida.

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Este ambiente antinatural ha llevado al desarrollo de nuevos mecanismos de selección. Así, la necesidad de adaptación es cada vez más fuerte. Pero para llegar a dicha adaptación, la confluencia de las nuevas tecnologías tiene un papel fundamental.

Pensar en el futuro de la evolución humana es atender a la evolución tecnológica. Se trata de una evolución que guiará al ser humano —casi que inevitablemente— hacia el transhumanismo. Si se parte desde una visión más radical, la adaptación podrá concluir también en el posthumanismo.

Las nuevas tecnologías y su incidencia en la aparición de los humanos del futuro

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En los últimos años, el ser humano ha sido testigo del profundo cambio en las condiciones de vida gracias al avance tecnológico. Con el desarrollo impactante de la biotecnología, la nanotecnología, la biometría y demás progresos en la inteligencia artificial se está llegando a un punto de no retorno donde el ser humano experimentará las extraordinarias cualidades de las tecnologías. Lo anterior, se cree, dará paso a nuevas características humanas, muy distintas a las que existen hoy en día.

En el artículo «El hombre y la máquina», publicado por Ethic, se pone bajo el reflector la materialización e integración de los avances tecnológicos en los propios individuos. Incluso, se habla del desarrollo de una especie conocida como Homo digitalis.

La modificación genética será uno de esos grandes avances que acompañen a los humanos del futuro. Esta modificación permitirá que, por ejemplo, desaparezcan alelos de ciertas enfermedades o que se potencien nuevas cualidades adaptativas en el ser humano, como la ecolocalización.

Ahora bien, al pensar en cómo vamos a ser en el futuro necesariamente se tendrá que recorrer el camino por la búsqueda de la inmortalidad electrónica. Así lo propone Nick Bostrom, director del Instituto de Futuro de la Humanidad en la Universidad de Oxford.

A través de la clonación, la robótica, la biónica, la inteligencia artificial y, por supuesto, la nanotecnología, se superarán limitaciones naturales. De la mano con la implantación de piezas electrónicas en el cuerpo y el desarrollo de tejidos, retinas y piel artificial.

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Además, la implantación de nanochips y redes neuronales buscará mejorar el desarrollo mental y psíquico. La trasmisión de la mente y emociones a un ordenador también se baraja entre las posibilidades. Todo esto con la intención de eliminar condiciones indeseadas como, por ejemplo, la mortalidad.

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Es de esperar que, si nada externo interfiere, estos avances concluyan en una expectativa de vida mucho más larga para los humanos del futuro. Expectativa que puede superar más de los 100 años, si no es que más.

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Ahora bien, como se mencionó anteriormente, los avances en robótica y biotecnología permitirán que el cuerpo del ser humano pueda ser modificado con piezas electrónicas. Miembros artificiales, piel de plástico, incubadoras mecánicas, implantes reticulares, entre otros, serán algunas de las características diferenciadoras de los humanos del futuro con los humanos actuales.

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Pero eso no es todo. La hiperconexión constante empieza a dejar marcas en el cuerpo, cambiando así la apariencia y características físicas de este. El sedentarismo, propiciado por la misma tecnología, hará que la densidad ósea decrezca, además de la masa muscular.

El cuerpo reacciona y seguirá reaccionando a las posiciones que adquiere en el trabajo con la tecnología. Una reciente investigación de la Universidad de Sunshine Coast reveló algunos de los fenómenos que se empezarán a hacer más visibles en los próximos años.

Entre dichos fenómenos se encuentran: arqueo de la espalda y el cuello, aparición de la garra de texto, el codo de 90 grados y un segundo párpado. Todos estos fenómenos se aprecian en la representación de un humano del año 3000, creado por TollFreeForwarding.com y conocido como Mindy.

El cerebro de los humanos del futuro

Las consideraciones sobre el cerebro humano han llevado a pensar que este será más pequeño, a diferencia de lo que había pasado con etapas evolutivas anteriores. Aun así, se debe tener en cuenta que el cerebro humano puede tardar varios miles de años en modificarse drásticamente. Lo que sí se puede esperar es que se potencialicen sus capacidades a través del uso de la tecnología.

De acuerdo con un artículo publicado por el diario El País, es posible que en un tiempo el ser humano sea capaz de regenerar el tejido neuronal que compone el cerebro. Esto de la mano del desarrollo de una cura para enfermedades mentales, como la demencia.

En la era posthumana se cree que se desarrollará una superinteligencia, apoyada en la creación de una interfaz cerebro-máquina que registre y procese ondas cerebrales y las traduzca en acciones en el mundo exterior. Dicha interfaz se encuentra en etapa investigativa, pero eventualmente podría potenciar funciones cognitivas y funciones sensoriales como la visión nocturna o la localización a través de un GPS implantado en el cerebro.

Palabras finales

Por el momento, todos los avances de los que se habló anteriormente corresponden a la superación de ciertas barreras biológicas, físicas y mentales. Pero el proceso para transformarla y convertirla en una nueva especie es aún muy largo. Las investigaciones, los estudios y otras aproximaciones han logrado acercarse a conexiones artificiales con el funcionamiento del cuerpo y del cerebro. Pero la comprensión de estas no es completa y, por tanto, no se sabe a ciencia cierta si se mantendrán vigentes en los años por venir.

Por ahora, modificaremos nuestro entorno y la civilización, pero… ¿los seres humanos del futuro perderán su esencia? Eso aún está por definirse.

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